No ha sido una sorpresa. Ayer a mediodía se cerró el plazo de admisión de ofertas para adquirir una parcela de 3.348 metros cuadrados propiedad de Adif junto a la avenida de Astilleros sin que nadie se hubiese mostrado interesado en participar en este concurso. La intención de la empresa ferroviaria era embolsarse al menos 10.860.000 euros, el precio base por el que salía la parcela.

Esta operación era fundamental dentro de los planes de Adif de reactivar todos los proyectos que a esta sociedad corresponde ejecutar dentro del Plan Plaza de Sevilla, una de las operaciones urbanísticas más importantes de la ciudad cuyo desarrollo acumula años de retraso. El dinero que se pensaba obtener con la venta del terreno se pensaba destinar, fundamentalmente, a la ejecución de equipamientos como un aparcamiento subterráneo y la plaza superior que irá en uno de los laterales de la antigua terminal ferroviaria de 1905, así como en la urbanización de la parcela hoy ocupada por un aparcamiento en superficie y por la estación provisional de los autobuses interurbanos.

Más suerte ha tenido Adif en la operación de venta de la segunda parcela. Ésta es sustancialmente más pequeña, 546 metros cuadrados, y se ubica en la punta de la avenida de Astilleros, frente a la rotonda que da acceso al cuartel de Bomberos y que conecta con la avenida de Las Cortes de Cádiz. En este caso sí se ha presentado una oferta, una sola, que ofrece 730.500 euros (sin IVA), 3.500 euros más del precio mínimo de licitación.

La oferta, según indicaron a este diario fuentes de Adif, "es técnica y económicamente viable", aunque aún habrá que esperar a que sea ratificada por la dirección de la empresa pública.

Según el planeamiento urbanístico, en esta pastilla se podrá construir una gasolinera, un equipamiento estratégicamente situado cuando se amplíe la avenida de Astilleros a dos carriles en cada sentido y se convierta en la principal vía de acceso al puente de la Constitución de 1812.

Que nadie ofertase por la parcela de 3.348 metros cuadrados no debe de haber sorprendido en la empresa pública.

Es cierto que la parcela cuenta con una alta edificabilidad, 23.804 metros cuadrados, con siete plantas más ático, pero tiene el handicap de que el edificio debe estar destinado a oficinas con locales comerciales en la planta baja. Y eso es bastante difícil de vender, y por el precio que se ha pedido, en una situación de recesión económica y con un mercado de oficinas con una oferta de suelo ya exagerada en la ciudad mientras que la demanda es cada vez más escasa.

En un primer momento, el Plan Plaza de Sevilla preveía la construcción de viviendas de renta libre en esta vía. Sin embargo, la Junta de Andalucía rechazó esta modificación urbanística por la cercanía a la vía férrea.

Por si fuera poco, la parcela se intenta poner en el mercado cuando aún está pendiente la ampliación de la avenida, con la duda de si irá acompañada por el paso del tranvía metropolitano por esta vía, como pretende la Consejería de Obras Públicas, y siguen sin iniciarse las obras de la nueva estación de autobuses interurbanos, que la misma Consejería tiene pendiente construir en una pastilla vecina a la que Adif intenta ahora vender. Se tiene claro en Adif que todas estas infraestructuras ya en marcha permitirían animar el mercado inmobiliario y facilitar la enajenación del terreno.

El fracaso de esta operación no supone que la compañía ferroviaria vaya a desistir de esta operación. Fracasado el concurso, Adif dejará abierta la propuesta de venta de la parcela, en las mismas condiciones, durante un plazo indeterminado, unos meses, al igual que ha pasado en otras operaciones como la enajenación de su parque de viviendas. En el caso de que en este periodo aparezca un comprador, se intentaría cerrar un acuerdo con él manteniéndose las bases hoy vigentes. Si, pasado el tiempo, no hay nadie dispuesto a ofertar por este suelo, Adif se plantearía la convocatoria de otro concurso, sin duda rebajando el dinero solicitado ahora.

En todo caso, dejando a un lado todo este futurible, lo cierto es que Adif, empresa pública que soporta un elevado endeudamiento, no podrá contar con un dinero que en su mayor parte podía destinarse a la continuidad de las obras que tenía asignada dentro del Plan Plaza de Sevilla, la más urgente la construcción del nuevo parque de la Cuesta de las Calesas, que el Ayuntamiento quiere priorizar tras denunciar la continuidad de la estación de autobuses provisional. Ahora quedará en manos de la dirección de Adif buscar otros fondos alternativos para no alargar por más tiempo el parón que acumula el desarrollo de este Plan. En este sentido, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, ya trasladó hace apenas unas semanas a la dirección del Administrados de Infraestructuras Ferroviarias el malestar del Ayuntamiento por el nulo avance en esta urbanización, exigiendo a Adif más actividad. Habrá que ver si la empresa sitúa el ya veterano proyecto gaditano entre las obras prioritarias dentro de su plan de inversiones.