Mariano de Retegui, apasionado de la historia de Cádiz
retrato de otra época
Perteneció a la Real Academia Provincial de Bellas Artes y a la Hispano Americana
Articulista de ‘Diario de Cádiz’, escribió numerosos libros de temas gaditanos
Hoy recorremos la historia de un gaditano, Mariano de Retegui Bensusan, que con su trabajo y esfuerzo contribuyó a transmitir el legado y la historia de la ciudad. El protagonista de este artículo nació el 11 de Mayo de 1914 en la plaza de España, 12. Fue el primogénito del matrimonio formado por Javier de Retegui y Díez y Vicenta Bensusan Silóniz, siendo bautizado en la Capilla del Sagrario de la Catedral por su tío bisabuelo, el Obispo José María Rancés y Villanueva.
Inició sus estudios en el colegio de San Felipe Neri de Cádiz, destacando como buen estudiante. Tras finalizar sus primeros estudios ingresó en la carrera de Comercio, obteniendo el título de Profesor Mercantil. Posteriormente continuó con la especialidad de Intendente Mercantil en Málaga, pero sus estudios se ven interrumpidos por la guerra civil.
Tras acabar la guerra finalizó los estudios de Intendente Mercantil. Seguidamente superó la oposición a Inspector de Hacienda Municipal comenzando a trabaja en el Ayuntamiento de Cádiz. En el año 1943 empieza a dar clase en la Escuela de Comercio.
El día 4 de Mayo de 1945 contrajo matrimonio con Rosario Matutes Ruiz, con quien tuvo seis hijos. En Octubre de ese mismo año inicia sus estudios de Derecho, que realizó en tres años, obteniendo la licenciatura en 1948.
Tras fallecer su suegro, Gabriel Matute Valls, se hace cargo de la gerencia de la empresa familiar ‘Hijos de Restituto Matute S.A.’, que desempeñaría toda su vida activa.
Formó parte de distintos consejos de administración. También ocupó el cargo de presidente del Colegio Oficial de Titulares Mercantiles desde Cádiz.
Su actividad empresarial la compaginó con la docente, ocupando el cargo de vicedirector de la escuela Universitaria de Estudios Empresariales entre los años 1973 y 1984.
En 1972 ingresa como académico de número en la Real Academia Hispano Americana de Cádiz y un año después, en la Real Academia Provincial de Bellas Artes de Cádiz. También perteneció al Ateneo Gaditano.
Jubilado de su actividad empresarial, en 1976 es nombrado presidente de la Asamblea Provincial de la Cruz Roja de Cádiz, donde desarrolla su labor hasta 1984, recibiendo de la Asamblea Suprema la Medalla de oro.
En 1985 es nombrado magistrado suplente de la Audiencia Provincial de Cádiz, desempeñando el mismo cargo hasta 1988.
También ejerció una dilatada actividad como articulista de Diario de Cádiz, que comenzó en 1931, culminando pocos días antes de su muerte con un articulo titulado ‘El tren soterrado’. Era un apasionado de la historia gaditana, la cual, estudió e investigó publicando numerosos libros. Entre sus libros y escritos se encuentran Cosas de Cádiz ante el Mar, La Factoría Naval Vea Murguía Hermanos y El Cádiz desconocido de la mitad del siglo XIX.
En una carta al director de este periódico firmada por Enrique del Castillo en 1997 y titulada ‘Un gaditano ejemplar nos ha dejado’, el autor le dedica las siguientes palabras: “Mariano lo fue todo en este Cádiz que lo vio nacer y en el desarrolló sus actividades, llenas todas de humanidad, de amor hacia los demás y de humildad”.
Falleció el 5 de julio de 1997 en Cádiz a los 83 años.
En su casa natal en la plaza de España, 12, una placa recuerda la figura de este gran gaditano.
Agradecimiento a Inmaculada de Retegui Matutes por su colaboración con el artículo y por la aportación de las fotografías.
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