Malos tiempos también para el Trofeo

Cádiz siempre contó con uno de los torneos futbolísticos veraniegos más prestigiosos, ese que de tan importante que era nunca necesitó ni siquiera ser llamado por su nombre, ya que se le designaba simplemente como 'el Trofeo' omitiendo aquello de Carranza. La cita estival no sólo indicaba que el fin de las vacaciones se acercaba, o que las playas olerían a brasa durante la noche de su final o que el Cádiz C.F. disputaría orgulloso una de las copas más insignes del fútbol español, sino que además llenaba los aledaños del estadio de aficionados y la hostelería de la zona conseguía hacer así su agosto. Esa marea de gente, las banderas de los equipos visitantes junto a la del nuestro ondeando y coloreando los alrededores o el ambiente previo de los partidos con los bares hasta la puerta se perdieron no se sabe bien cómo ni cuándo. También se esfumó la magnitud del evento y aquello del prestigio empezó a sonar como algo dudoso.

Según Antonio de María, presidente de Horeca Cádiz, "este fin de semana en cuanto a alojamiento está todo completo, pero porque es la primera quincena de agosto y es lo normal. En eso no influye para nada la celebración del Trofeo". En cuanto a la hostelería destaca que espera que "se note sobre todo en las inmediaciones del estadio y la zona del Paseo Marítimo con las barbacoas". Sin embargo, añade que "la crisis está afectando bastante y seguramente puede provocar que haya menos asistentes que en ediciones anteriores".

Durante la tarde de ayer, en las horas previas al primer partido, los alrededores del nuevo estadio Ramón de Carranza presentaban un aspecto casi desértico. Pocos aficionados del Osasuna, un pequeño grupo de Brigadas Amarillas preparando una pancarta y muchos policías y personal de asistencia. Pero las mesas en los locales vacías. El primer día de Trofeo, cuando uno de los objetivos más difíciles debería ser encontrar un hueco en una barra, los bares no estaban llenos en absoluto. Más bien todo lo contrario. Uno de los camareros del Bar 'Submarino Amarillo' reconoce que "se nota bastante, aparte de la crisis, que el cartel de este año es muy poco llamativo. Si al menos hubiera venido el Betis o el Sevilla, que son equipos que sí que mueven a más gente por esta zona, y además se ha podido ver en otros años como han venido muchos sevillanos, pues esto sí que estaría lleno. Pero es que los equipos... ¿quién conoce a ese equipo portugués?".

La idea de que los equipos elegidos para esta LVIII edición no suponen un gran reclamo es generalizada. "Con el poco tiempo con el que se ha organizado el Trofeo, demasiado que hay equipos. Es normal, porque la directiva acaba de llegar y han tardado mucho en cerrar el cartel", comenta uno de los camareros del emblemático Bar 'Gol', situado frente al Fondo Norte. "De todas formas, se viene notando desde hace tiempo; la crisis ha afectado durante toda la temporada. Y lo que más afecta a la hostelería no es la calidad del equipo que venga a jugar, eso es lo de menos, sino el hecho de que permitan el botellón en la calle antes de los partidos. Eso es lo que realmente nos quita dinero", añade.

Antonio de María reconoce que en Horeca están preocupados en cuanto a los resultados obtenidos en el pasado mes de julio, ya que las estádisticas de beneficios han descendido casi un 50%. "Si esto ocurre en verano no queremos ni imaginar qué va a pasar en la temporada de invierno".