Los vecinos del barrio de Loreto volvieron a sufrir en el día de ayer un nuevo corte en el suministro de agua potable a sus viviendas. Al mediodía de ayer, la empresa municipal Aguas de Cádiz decidió cortar el abastecimiento debido a "un valor no óptimo del agua por presencia de bacterias". Una medida preventiva que cogió de sorpresa a los vecinos, que ya sufrieron una situación parecida hace dos semanas.

En aquella ocasión, el pasado 29 de septiembre, las quejas de los vecinos de la plaza de la Fuente por el mal sabor y olor del agua llevaron a Aguas de Cádiz a interrumpir el servicio para analizar su estado y proceder al lavado y desinfección de las tuberías afectadas. Al día siguiente, a última hora de la tarde el servicio se repuso al garantizarse la seguridad del agua potable a partir de los análisis realizados. 

Esta vez, la zona afectada abarca a todo el barrio de Loreto, estando delimitada por las avenidas Juan Carlos I, Marconi, Ronda de Vigilancia, de la Ilustración y las glorietas de la Zona Franca y Asunción García Ortiz y Alberto Jiménez Becerril. La decisión de interrumpir el servicio en un espacio tan amplio no significa, tal como precisaron fuentes municipales, que estos valores no óptimos  se den en todas las vías, sino que se realiza el corte en todo el entorno por seguridad al no  poderse determinar en las pruebas el sitio concreto donde el agua no se encuentra en el estado adecuado.  

 Para poder suministrar de agua potable a los vecinos, Aguas de Cádiz, con su presidente, Ignacio Romaní, coordinando el dispositivo, procedió a la contratación del abastecimiento a través de cubas de agua, que llegaron a esta zona de extramuros durante la noche de ayer, colocándose en la plaza de la Fuente y las calles Plus Ultra y Hermanos Ortiz Echagüe. Al ser ayer un día festivo, encontrar una empresa homologada fue una tarea complicada, lo que ha supuesto un mayor coste económico. 

La interrupción del suministro de agua potable, tal como se informó a los vecinos en los carteles que se colocaron en las casapuertas de todo el barrio de Loreto, se realizó a las 12.45 horas.  En ellos, se anunciaba el corte del abastecimiento a las viviendas y negocios hasta nuevo aviso. 

Los valores anómalos detectados ayer en las pruebas que se realizan a diario hicieron que, en virtud de lo establecido en el Reglamento de Abastecimiento de la Junta y el artículo 71 del Reglamento del Suministro Domiciliario de Agua, se procediera a la interrupción temporal. A partir de ahí, se puso en marcha el protocolo al darse aviso al Servicio Andaluz de Salud,  cuyos técnicos se encuentran en contacto con los de Aguas de Cádiz para llevar a cabo el dispositivo, que se mantuvo activo durante todo el día para informar a los vecinos y, a su vez, intentar encontrar el foco de los problemas. 

Las quejas entre los vecinos del barrio se hicieron notar, sobre todo por el recuerdo de lo sucedido hace dos semanas. El presidente de la AVV Campo de la Aviación de Loreto, José Aragón, lamentó durante la tarde de ayer la falta de información a la hora de proceder al corte del agua potable. "A la 12.50 me dijeron que habían llamado a la asociación de vecinos para decirme que habían cortado el agua. Al cortar el agua, pregunté que cómo se avisaba a la gente y me dijeron que iban a poner carteles para avisar a la gente. A las 14.40 los han puesto en la calle Plus Ultra", explicó Aragón. 

El dirigente vecinal mostró su extrañeza al realizarse el corte en una jornada no laborable, ya que "nadie trabaja" e indicó que "lo más normal es que pongan los carteles en los portales y lo expliquen antes de cortarla". Además, entre las recomendaciones aportadas a los vecinos, comentó que tampoco pueden utilizar el agua de los depósitos de las fincas para poder ser analizada.

Con el desconcierto de no volver a tener agua potable en sus viviendas, la vida en el barrio de Loreto se vio más alterada de lo normal. En un día festivo, los más perjudicados fueron los bares, que no pudieron atender debidamente a los clientes. 

Por el otro lado, los vecinos, ante la falta de agua corriente en sus casas, se las tuvieron que ingeniar para poder hacer su vida normal dentro de un día de descanso. La ausencia de un bien de primera necesidad hizo que hubiera que buscar una solución rápida al problema. Así, muchas personas se trasladaron hacia el contiguo barrio de La Laguna para llenar cubos de agua en las fuentes públicas. El punto más socorrido fue el grifo situado en la plaza Reina Sofía, donde, durante la tarde, muchas personas hicieron cola para poder disponer de ella en sus casas. Otras aprovecharon que en el día de ayer estaban los supermercados abiertos para comprar garrafas de agua mineral.