El diputado gaditano y portavoz del PSOE de Justicia en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Campo, ha recibido este miércoles en el auditorio Caixa Forum de Madrid el Premio Excelencia y Calidad otorgado por el Consejo General de los Procuradores Españoles. Con este galardón se reconocía la larga trayectoria profesional del que fue magistrado durante muchos años de la Audiencia Provincial de Cádiz y secretario de Estado de Justicia con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

El premio le ha sido entregado por la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, y también han asistido la de Trabajo, Magdalena Valerio; la presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet; numerosos magistrados del Supremo, jueces, la presidenta del Consejo General de la Abogacía, Victoria Ortega; y el presidente del Consejo General de Graduados Sociales de España, Ricardo Gabaldón. Pero si una presencia le ha hecho especial ilusión a Juan Carlos Campo, ha sido la de sus hijas, María y Susana, que pudieron ser testigos de este importante premio que ha tenido como antecesores el año pasado los padres de la Constitución Española; hace dos ediciones el presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, Manuel Marchena, que ha sido el que ha llevado el caso del procés; y en 2016, Eugenio Gay Montalvo, ex vicepresidente del Tribunal Constitucional.

Tras la laudatio del presidente de los procuradores españoles,Juan Carlos Estévez, Campo se mostró muy agradecido por este galardón desde el mismo momento en el que se lo comunicaron.

Es un premio de excelencia y calidad en la Justicia y para ello en su discurso tiró de las palabras pronunciadas en las Cortes de 1812 en las que se hablaba de que la administración de la Justicia “debe ser en todos los casos efectiva, pronta e imparcial”.

Campo afirma que eso es lo que se le pedía en el siglo XIX pero también hoy en el siglo XXI, que tras una adaptación al constitucionalismo moderno podría decirse que “la Justicia precisa de legitimidad social y de eficiencia”.

La primera “como grado de confianza y credibilidad que el sistema de Justicia debe tener para la ciudadanía “ y la eficiencia “como capacidad del sistema para producir respuestas eficaces y efectivas”.Juan Carlos Campo tiene muy claro que éste es “el gran reto al que estamos convocados” y reconoció que “no corren buenos tiempos para la Justicia, pero sé que vendrán. Por eso hoy toca hablar de excelencia y calidad en la Justicia”.

El diputado afirma que el sistema legal ha experimentado “un espectacular proceso de ensanchamiento”, por lo que a esta nueva situación “no le valen los mecanismos clásicos”.