"Tenemos mucho que aprender de la Constitución de 1812". Así lo aseguró ayer José Tomás, un maestro en el ruedo taurino y un hombre cabal en todo lo que dice y hace. El diestro madrileño acudió a Cádiz para firmar un convenio de colaboración entre la fundación que lleva su nombre y el Consorcio del Bicentenario para promocionar y difundir la fiesta de los toros con motivo de tan señalada efeméride.

Luis Pizarro, presidente del Consorcio, fue el encargado de darle la bienvenida y agradecerle su colaboración tanto con la Junta como con el Consorcio "para que la decidida y primordial apuesta que estamos haciendo todos para el rotundo éxito de la celebración del Doce se una a otra decidida apuesta: la que desde Andalucía estamos haciendo con la defensa de la fiesta".

En una intervención que resaltó por no ser leída y por su fluidez, José Tomás tildó de "héroes" a los diputados de aquellas cortes constituyentes y recordó que la Constitución gaditana "fue adelantada a su tiempo, como lo demuestra el artículo 13, que dice que el objeto del Gobierno es lograr la felicidad de su pueblo. Creo que ese texto aún no ha sido superado", dijo.

Tomás aconsejó que los valores que nos transmitieron nuestros antepasados en aquellos días turbulentos "sean conocidos por los más jóvenes, porque tenemos mucho que aprender de aquella Constitución".

Tanto Pizarro como José Tomás destacaron el papel que tuvo Cádiz en la recuperación de la fiesta de los toros, prohibida por Godoy en 1805. La revocación de esta orden por parte de Las Cortes, gracias a la defensa del diputado catalán Antonio Capmany, la emblemática corrida en honor a Wellington en El Puerto o la construcción de plazas en Cádiz en mitad del asedio francés, "cuando los toros debían llegar a la ciudad a través de barcos que burlaban las defensas enemigas", dijo Pizarro.

El torero de Galapagar recordó que entre la tropa del General Castaño, que ganó la batalla de Bailén, había un batallón formado por picadores y garrotistas. "Somos lo que somos gracias a que personas como estas supieron dar lo mejor de ellos y sus hechos deben ser divulgados".

De eso se encargará el proyecto que se pondrá en marcha gracias al convenio firmado a yer y que servirá de intercambio cultural entre los alumnos más destacados de las escuelas taurinas de México y España. El convenio también prevé, entre otras acciones, la edición de un libro que vinculará el arte del toreo y el contexto histórico del período comprendido entre 1810 y 1812 en la provincia de Cádiz.

Pizarro quiere dar a conocer los postulados de La Pepa entre los alumnos de enseñanza general.