Honores al tanguero del Cañón

Baluarte tanguero. Con la música más gaditana por bandera, un pequeño rincón como la plaza del Cañón sirve de base para la defensa del tango. Cañonazos desde una batea que han colocado a este lugar del centro de la ciudad en uno de los refugios preferidos por los aficionados para escuchar las coplas durante los carruseles de coros.

Rafael Pastrana y El Cañón son dos nombres que van unidos de la mano y que ayer recibieron su homenaje con la entrega del XVIII Baluarte del Carnaval, premio que otorga la Fundación Cruzcampo desde 1999. Un galardón que se compone de una dotación económica de 6.000 euros y una estatuilla realizada por el escultor isleño Alfonso Berraquero.

Este corista dio relevo anoche, en una cena de gala celebrada en el Parador Hotel Atlántico, al chirigotero Juan Manuel Braza Benítez el Sheriff. Aunque Pastrana está principalmente vinculado a la modalidad de coros, también ha compuesto repertorios para comparsas y chirigotas. Aunque lleva ya 19 años -con 20 coros- ligado al tango desde la plaza del Cañón, tras unirse con Quico Zamora para sacar en 1998 'Los últimos de Filipinas', sus inicios fueron en el coro de La Salle-Viña, donde se adentró en el mundo del Carnaval como componente en 'Los signos del zodiaco', en 1980. Una vinculación con la entidad viñera que mantuvo durante varias etapas hasta 1994, año en el que cerró su periplo con 'Al ataque'. Además, también ha formado parte de otra mítica institución como Los Dedócratas, para la que fue autor de letra de 'Moros y cristianos', en 1996.

Además, ha participado en comparsas como 'Los carboneros', con Quico Zamora y Luis Ripoll, o 'Astilleros', con Pepe Mata. En el mundo de la chirigota también hizo sus pinitos en 1992 con 'Los Manoletes'. Un camino en la fiesta que ha completado, de momento, con el primer premio de 'La vuelta a Cádiz en 80 mundos'.

Un homenaje a Rafael Pastrana al que se sumó buena parte del mundo del Carnaval, estando arropado el autor por una representación de su coro y por su familia. En un acto que estuvo presentado por Germán García, de Onda Cádiz, en primer lugar tomó la palabra el presidente del jurado, Pedro Payán, para dar lectura al acta y elogiar la figura del premiado.

Payán celebró en su discurso "el acierto" de llamar a este premio Baluarte del Carnaval al "evocar a las fortificaciones de la ciudad". Sobre Pastrana, resaltó de su larga trayectoria "su fidelidad al tango y su esmero en los tipos". Por ello, aseveró que "el Baluarte te pertenece con toda justicia".

Posteriormente, el presidente de la Fundación Cruzcampo, Julio Cuesta, y el alcalde de Cádiz, José María González, subieron al escenario para hacerle entrega del galardón a Rafael Pastrana. Tras recibir el premio, el corista tomó la palabra para, en primer lugar, acordarse de su familia de Santoña, que vino a visitarlo ayer, por lo que aseguró que se siente "muy respaldado".

No le faltó un punto crítico a Pastrana al señalar la situación que se vive en la entrega de los premios del Concurso del Falla, a la que calificó como "esperpento" en comparación con otras galas. El corista resaltó también que "el Carnaval no acaba en el Falla" para recordar la importancia de la calle en la fiesta, por lo que dio otro palo a sus compañeros de modalidad al aseverar que "hay coros que cantan en el Falla y luego en la calle son irreconocibles".

Por su parte, el presidente de la Fundación Cruzcampo, Julio Cuesta, resaltó que este galardón ha alcanzado la mayoría de edad y remarcó que desde la institución que preside "hacemos cosas que interesan a la sociedad".

Cerró el turno de intervenciones el alcalde, José María González, que agradeció a la firma su apoyo a la ciudad y alabó a Pastrana su aportación a la fiesta con unos coros que "partiendo de lo contemporáneo buscan la esencia".

El broche final lo puso la antología del coro de Rafael Pastrana, que deleitó al público con tangos como los de 'Los últimos de Filipinas', 'La cuesta Jabonería' o 'A toda vela'.