Hechizado por la magia de Cádiz

El sueco Rufus Wiena, uno de los referentes de la cartomagia a nivel europeo, vive en la capital desde hace dos años.

"Es una ciudad completa para mí, lo tiene todo", señala

Rufus Wiena, con su inseparable baraja de cartas.
Diego Marchán

Cádiz, 01 de mayo 2017 - 21:21

Centro de Cádiz, a apenas unos pasos del Gran Teatro Falla. Pocos gaditanos de la zona imaginan que uno de sus vecinos es uno de los magos más conocidos del panorama internacional, un joven sueco que a sus 25 años ya sabe lo que es codearse con estrellas del mundillo de la talla de Alan Ackerman en Las Vegas y que ha asombrado con sus trucos de cartas prácticamente en medio mundo. Pero es en Cádiz, la ciudad que ya siente como suya, donde quiere estar. Su nombre es Rufus Wiena y su historia digna de ser contada.

Una historia que comienza precisamente en España, donde se encontraba de vacaciones con su familia cuando se topó con la magia. “Fui a las Islas Canarias hace diez años. Había un mago que se llama Félix Cabrera y que estaba allí en el hotel. Hizo un truco de cartas impresionante y me dije que lo quería aprender, así que en vez de estar en la piscina con mi familia me quedaba en la habitación practicando. Después de tres o cuatro días ya tenía una teoría de cómo lo hacía y se lo enseñé, se impresionó mucho. Él me ayudó a entrar en el mundo de la magia y me enseñó algunos secretos, de hecho en nuestro último día de vacaciones mi hermano y yo subimos al escenario e hicimos el último truco, el típico de la caja. Tuvimos que practicar cuatro días”, recuerda.

Rufus iba para deportista de élite (practicaba atletismo cross-country, fútbol y orientación), pero la magia se cruzó en su camino y, tras su experiencia en Canarias, no dejó de practicar. Así, un año después le invitaron a participar en la Copa de Suecia de Cartomagia que se celebraba en Gotemburgo. “Y al final del concurso me nombraron como el número uno, con 16 años”. Este éxito le abrió las puertas de Estados Unidos y tuvo la oportunidad de viajar a ciudades como Las Vegas, Los Ángeles o Austin. “Allí pude conocer a las estrellas en el backstage. Ahí estaba yo con 16 años haciendo trucos con Alan Ackerman”, explica con entusiasmo. Desde entonces no ha parado de prepararse y, entre otros logros, en 2014 quedó clasificado en cuarto lugar en el Campeonato de Europa de Cartomagia.

Antes de su experiencia americana, Rufus tenía ya concertado un curso de español en Sevilla y directamente desde EEUU llegó a la capital hispalense. Y cuando aterrizó en Sevilla “me enamoré. Del sol, de la gente... y empecé una nueva vida en Andalucía. Comencé haciendo magia en la pausa de los espectáculos de flamenco y así me fui metiendo en el mundillo, actuando por la calle o en hoteles”. En los cuatro años que vivió en Sevilla también acudió en varias ocasiones como invitado al programa 'Menuda Noche' y viajó por todo el mundo. Asia, América del Sur, Nueva Zelanda, Marruecos... y así conoció también Cádiz. “Después de tantas vueltas buscando un sitio me he dado cuenta de que el mejor lugar para vivir es Cádiz, porque lo tiene todo. Tiene playa, tiene el mercado, tiene gente alegre, tiene una comida muy buena, el flamenco, el surf... es una ciudad completa para mí. La gente, el humor... es muy fácil hacer amigos. Por eso decidí mudarme aquí hace dos años y lo tengo como mi base, aunque sigo viajando mucho, sobre todo a Suecia”. Para el joven sueco la capital gaditana “tiene mucha historia y casi se escucha por las calles, en las paredes. Y la playa, el mar... es lo que me encanta. Y por supuesto la gente, si no no me habría quedado a vivir aquí”.

"La magia trata mucho de manipular la mente"

La especialidad de Rufus Wiena es la cartomagia, pero también practica de forma autodidacta otras disciplinas como la hipnosis o la sugestión o las relacionadas con la psicología y la neuromagia, la capacidad de manipular la percepción. De hecho ha creado una empresa en Suecia dando cursos de esta disciplina, el Master Competence. “La magia -señala- trata mucho de manipular el cerebro, la psicología, la memoria, la sugestión... esto es la PNL (Programación neurolingüística), que trata de plantar mensajes subliminales en la cabeza de la gente. Parece ciencia ficción, pero es algo que utilizan algunos de los mejores magos del mundo, como Derren Brown o Keith Barry”. También se fija en las habilidades del sueco Jonas Von Essen, campeón del mundo de memoria, o Wim Hof, conocido como The Iceman por su capacidad para soportar temperaturas extremas gracias a su dominio de la mente.

En la magia, por tanto, ¿todo tiene truco? Para el ilusionista sueco, “el truco es la habilidad de engañar a la mente para que no veas lo que yo no quiero que tú veas” e implica “mucha práctica. Para aprender determinados movimientos te puedes llevar cinco años. Algunos se pueden aprender en un día, pero en perfeccionar algunas técnicas se pueden tardar años”. Después de una década metido de lleno en el mundo mágico, Rufus conoce muchísimos trucos. Por ello, para él no hay sensación mejor que la de enfrentarse a algo desconocido. “Cada día que me meto más profundo en la magia es más difícil, pero me encanta la sensación de sentirme engañado. Como también me encanta el sistema de detrás de un truco, lo que está tras la presentación, la psicología. Yo veo el trabajo duro y difícil que está detrás”.

En cuanto a sus referentes, aunque haya muchos que le han servido de inspiración, entre ellos el español Juan Tamariz, señala a su compatriota Lennart Green, también de Gotemburgo. Green, destaca, “ganó la Copa Mundial de Cartomagia y me ha dado mucha inspiración. Le tengo que dar las gracias y no sólo como mago, pues es una de las personas más maravillosas que he conocido en mi vida. Es uno de los más grandes y sin él no habría llegado, ha sido una influencia muy grande”.

Finalmente, cuando piensa en el futuro, las palabras Cádiz y magia vuelven a aparecer encadenadas. “Uno de mis retos profesionales era ser capaz de sobrevivir a través de la magia, que no es fácil. Y vivir en Cádiz, y ahí estoy. Cada día sigo llevando a cabo este reto”.

En busca de actuaciones "en casa"

Además del trabajo que supone preparar sus trucos, Rufus Wiena ejerce como su propio manager y se encarga él mismo de llevar su agenda de actuaciones. También trabaja con varios agentes, especialmente en Suecia, en un mercado que no es demasiado sencillo, pues "hay mucho mago que trabaja sólo para el mundo de los magos" o que, como él, se dedica también a dar seminarios explicando la técnica que hay detrás de los trucos. Aunque su profesión le lleva a estar en continuo movimiento, tiene claro que “me gustaría buscar un par de sitios aquí en Cádiz para compartir mi magia y mi talento con la gente de aquí, porque ya veo Cádiz como mi ciudad”.

Manipular las cartas le apasiona, se nota. Para la realización de los vídeos que acompañan a esta información, abordamos a un par de personas que paseaban en ese momento frente al Teatro Falla. Sin trampa ni cartón. No tardaron en acercarse algunos más que se encontraban en la plaza, curiosos. Pronto vieron que Rufus es tan rápido con las cartas como con las palabras y con ese acento tan curioso suyo, entre sueco y andaluz, no tarda en llevarse a la gente a su terreno, a ganarse su confianza y atención. Las caras de asombro no tardaron en florecer cuando fue realizando algunos de sus trucos. El corrillo, de forma improvisada, rompía en aplausos cuando sacaba una vez tras otra la carta adecuada. Lo suyo es cosa de magia.

Pueden conocer más de él y de su trabajo en su web rufuswiena.com y en su canal de Youtube.

stats