Un Gobierno lastrado por la minoría en la Corporación

Por Cádiz sí se Puede y Ganar Cádiz no han conseguido convencer a la oposición en los principales temas que han abordado

Melchor Mateo /Cádiz

22 de mayo 2016 - 06:52

La entrada de Por Cádiz sí se Puede y Ganar Cádiz en el Gobierno de la ciudad estaba rodeada de mucho ruido por lo que significaba acabar con 20 años de gestión de Teófila Martínez. Sin embargo, ese ruido ha seguido el primer año en el Ayuntamiento de Cádiz, donde hasta ahora se ha hablado más de lo secundario que realmente de lo principal. Todo lo que ha acompañado al alcalde, sobre todo, y a sus compañeros de Gobierno ha estado rodeado de mucho ruido, unas veces causados por ellos mismos y otras por el foco permanente que han tenido encima.

También ha sido un año en el que se ampliaban las barbacoas y después se quieren prohibir, donde se quiere nombrar un dios del Carnaval y eliminar las ninfas, para quedar todo como siempre. En definitiva, muchas indefiniciones a lo largo del camino donde han tratado de ir adaptándose a lo que iba viniendo sin una hoja de ruta demasiado clara.

UN GOBIERNO QUE NACÍA CON MALOS CIMIENTOS EN MANOS DE LA OPOSICIÓN

Los resultados del 24 de mayo del año pasado dejaban una ecuación perversa, con un salón de plenos muy fragmentado. El acceso a la Alcaldía de José María González lo propició el PSOE comandado con Fran González, que entregaba un caramelo envenenado a Podemos. Su apoyo se reducía simplemente a entrar en la Alcaldía para sacar de la misma a Teófila Martínez. Más allá de eso no había compromiso alguno. Era un Gobierno que nacía con los cimientos tocados a la espera de que cualquier temblor que provocaran los socialistas le tumbara sus políticas. Así ha ocurrido de manera frecuente a lo largo de estos meses, la última con los presupuestos municipales.

El equipo de Gobierno puede acusar de falta de lealtad a los socialistas, pero también es verdad que en muchas ocasiones le ha faltado la habilidad necesaria para llegar a acuerdos que le permitieran sacar adelante sus políticas. Esto ha llevado en varias ocasiones al equipo de Gobierno a tomar el discurso del victimismo y acusar a los dos principales partidos de la oposición, PP y PSOE, de estar haciéndoles la pinza.

EXCESIVO TIEMPO EN PONER EN MARCHA EL AYUNTAMIENTO

Prácticamente ha pasado un año desde que llegaron al Ayuntamiento y todavía hay cosas que no han conseguido cerrar en lo que se refiere a la organización, incluyendo el futuro de algunas empresas municipales.

Es verdad que el primer intento del pleno de organización fracasó y se tardó casi un mes más en poner en marcha toda la maquinaria, pero en ello ha ayudado también la permanente sospecha que ha tenido Por Cádiz sí se Puede con todo aquello que ellos pensaban que olía al Partido Popular. En este sentido, al contrario de lo que hizo el PP cuando llegó en 1995, que fue dejar toda la estructura que había dejado el PSOE y después modificar algunos detalles, desde el actual equipo gobernante se ha comenzado la casa por el tejado. De este modo fueron cayendo uno tras otro todos los directores de las distintas delegaciones hasta quedarse con escasos efectivos de los funcionarios que antes tenían responsabilidad. Esto ha traído aún más incertidumbre por los cambios a cada una de las delegaciones y en uno de los casos, la Fundación de la Mujer, incluso no hay gerente por la obcecación de la edil que la comanda para elegir a una persona ajena al Ayuntamiento, algo a lo que se está negando la oposición.

LA CONFUSIÓN ENTRE EL PAPEL INSTITUCIONAL Y EL PARTIDISTA

El alcalde y sus concejales a veces olvidan el papel institucional que les obliga ser el gobierno de todos los gaditanos, los que le han votado y los que no. En este sentido ha habido varias ocasiones en los que los intereses ideológicos o partidistas se han puesto por encima del cargo institucional. Uno de los más llamativos fue el desprecio que hubo por parte del equipo de Gobierno para la entrega de los Premios Cortes de Cádiz a la Libertad que se concedió a los opositores de Venezuela y que se fallaron justo el día antes en el que se iba a producir el cambio de gobierno. Mandar a un empleado del Ayuntamiento a entregarlos fue una muestra de que no estaba para nada de acuerdo con su entrega. Al final su postura hizo que tuviera más repercusión. No ha sido la única vez, también ocurrió cuando no quiso subir a bordo del buque escuela chileno Esmeralda porque había sido un lugar en el que se había torturado a gente en la dictadura de Pinochet o cuando no quiso hacer la entrega del bastón de mando al Nazareno.

PONER DE ACUERDO AL MOVIMIENTO VECINAL EN SU CONTRA

El anuncio de su modelo de participación vecinal hizo que todo el movimiento de las asociaciones de barrio llegaran a levantarse en contra del equipo de Gobierno. Este modelo pasaba por la creación de una especie de Consejos de Barrio que dejaba en un papel secundario a las asociaciones de vecinos. Más allá de que en cierto modo el proyecto pueda ser más o menos acertado, porque ampliaría la participación de más gente y respondería más a la realidad, lo cierto es que la vía utilizada no fue la más adecuada. El alcalde tuvo que intervenir y sentarse con todas las asociaciones de vecinos en el salón de plenos, la cuales estaban bastante calentitas.

Después de aquello se llegaron a una serie de compromisos que siguen sin salir adelante, así como tampoco su modelo de participación ciudadana, que permanece en el aire.

LOS PRESUPUESTOS APROBADOS EN JUNTA DE GOBIERNO

Quizás ha supuesto el mayor fracaso hasta ahora en toda la gestión, aunque no sólo se le puede atribuir la culpa a ellos. En un proceso que empezaba con muy buenas intenciones para tratar de llegar a los acuerdos necesarios para que pudieran ser aprobados en el pleno municipal, el equipo de Gobierno se ha visto incapaz de convencer al PSOE. Quizás mucha culpa de ello eran los 18 millones de euros que aparecen como ingresos de dudoso cobro, como el mismo interventor se encargó de redactar en su informe. A eso se le sumaron las habituales diferencias y asperezas entre unos y otros para al final tener que aprobar los presupuestos municipales por la gatera de la Junta de Gobierno Local.

CUESTIONES EN LAS QUE SE HAN TOPADO CON LA DURA REALIDAD

La edil de Asuntos Sociales decía a este periódico hace unas semanas que los desahucios se veían de una manera muy distinta cuando se estaba en la barrera del activismo o cuando se vivían desde la gestión. Precisamente el que hubo en la calle Benjumeda no pudieron pararlo porque hay normas que están muy por encima de lo que puede hacer un ayuntamiento. En el caso de la Corrala se generaron muchas expectativas entre sus integrantes. Aquí se han topado con una propiedad con la que no les queda más remedio que negociar. Para la creación de empleo o la vivienda ven con resignación que tienen las manos muy atadas y que depende más de otras administraciones que de ellos mismos. Lo mismo que defendía antes Teófila Martínez, se le escucha ahora al alcalde.

LAS PRISAS CON LAS QUE SE QUIERE ABORDAR LA MUNICIPALIZACIÓN

Uno de los asuntos estrella del programa electoral de Por Cádiz sí se Puede es la remunicipalización de algunos de los servicios que siguen prestando algunas empresas privadas. Más allá de la conveniencia o la rentabilidad que pueda traer para las arcas municipales, se han embarcado en un proyecto para las primeras empresas donde el enemigo del tiempo pende sobre las cabezas del equipo de Gobierno. El proceso merece hacer las cosas bien y hasta los sindicatos municipales han puesto el grito en el cielo porque creen que las cosas no se están haciendo como se debería. La finalización de los contratos de alguna de ellas está a la vuelta de la esquina y queda todavía mucho por hacer.

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