Una de las empresas que ha sido un emblema en Cádiz certificó ayer su muerte. La agonía del Horno La Gloria de los últimos meses tuvo ayer su punto y final cuando el obrador y las máquinas dejaron de producir. Es el final a 93 años de historia de una firma que ha tenido una gran presencia en la ciudad.El lunes se celebró una reunión entre el administrador consursal, el comité de empresa y Comisiones Obreras donde los trabajadores recibieron la noticia que veían venir desde hace tiempo y es que el horno dejaba de producir para siempre.

Las tiendas y cafeterías que llevan la firma de La Gloria eran desde hace tiempo franquicias y para poder seguir manteniendo su actividad han acudido a otros proveedores. Así, en la sede de la empresa en la calle Gloria del barrio de Santa María, ayer se podía ver el contraste entre el horno parado y la recogida en la zona de producción con la tienda abierta y llena de productos.

Hasta el mismo martes tuvieron dependencias en los Hipercor de Cádiz y Jerez y hace años también se extendieron a otras poblaciones de la Bahía como San Fernando y Chiclana.

Tanto fuentes de la empresa como de los trabajadores confirmaron este cierre. Ahora queda todavía que se lleve a buen puerto el acuerdo con la plantilla para llevar a cabo la extinción de los contratos.

Juan Pino, uno de los miembros del comité de empresa, destacaba ayer que actualmente la plantilla estaba conformada por 24 trabajadores, todos ellos fijos y con bastante antigüedad, entre los 12 años y los 42 del más veterano en la firma.

Esta cifra de 24 empleados dista mucho de los años gloriosos de esta compañía, cuando en el año 2008 llegaron a tener 126 trabajadores en la plantilla. Entonces no había prácticamente acto en Cádiz en el que no estuviera presente La Gloria, bien en desayunos escolares, visitas de colegios al propio horno y numerosos actos en los barrios. Incluso estuvo muy ligada durante muchos años a la cofradía de la Oración en el Huerto y fueron habituales los itinerarios de Semana Santa que editaban todos los años y que llevaba medio Cádiz. La empresa recibió por parte de la ciudad de Cádiz la Medalla del Trimilenario en el año 1998.

Sin embargo, la crisis económica con un cambio radical en el mercado del pan con la llegada del precocido hizo que La Gloria comenzara poco a poco a entrar en dificultades.

Fuentes de la empresa señalaron ayer a este periódico que "los cambios en los últimos años han sido brutales en el mercado y quizás nos ha faltado esa competitividad para aguantar". En este sentido, aunque también habían entrado en el precocido, había precios en el mercado a los que no podían llegar.

Sin embargo, tal y como asevera el propio Juan Pino, aunque veían que la empresa iba entrando en dificultades, se iba cobrando todos los meses hasta que en el pasado septiembre dejaron de hacerlo. Mientras tanto, la empresa entraba en concurso de acreedores y daba un paso más hacia su final.

Actualmente La Gloria estaba regentada por la tercera generación del fundador de la empresa, Manuel Ruiz García, que creó la empresa en 1923. A su muerte en 1962, sus hijos Manuel y José Ruiz Marchante asumieron las riendas del negocio familiar hasta la muerte del primero de ellos y la jubilación del segundo.

En la mañana de ayer fue una jornada muy triste en la sede de La Gloria ya que la dirección y los empleados estuvieron recogiendo todos los materiales y dejando vacía la parte del obrador. A partir de ahora el concurso de acreedores seguirá su curso y lo próximo será entrar en el de la liquidación de la propia empresa y poner fin a 93 años de historia.