Formación para salvar a recién nacidos

Nada menos que 22.000 partos son atendidos al año en el Hospital-Escuela de la Universidad de Tegucigalpa de Honduras, y unos 600 de esos recién nacidos sufren asfixia perinatal, es decir, falta de oxígeno durante el alumbramiento. Esos centenares de casos se contabilizan sólo en ese centro sanitario, que es el de referencia de este país centroamericano. Nada que ver con lo que ocurre en España, donde al año se registran menos de 500 casos. Y estamos hablando en todo el territorio, no en una sola clínica.

Estos datos los ofrece Simón Lubián, neonatólogo del Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz y responsable de Pediatría de este centro y del de Puerto Real. El isleño, de 49 años, viajó hace un par de meses a Honduras para formar a más de 300 pediatras y médicos, ya que en ese país la mortalidad infantil es muy elevada, especialmente durante el periodo neonatal, es decir, en los primeros 28 días de vida del bebé.

"El 70% de las muertes infantiles que se registran en Honduras se producen en el periodo neonatal. La mortalidad infantil -explica el profesional gaditano- es la más elevada de Centroamérica después de Nicaragua y de Guatemala. La asfixia perinatal es un problema muy grande en el país hondureño. Es, tras la prematuridad, la segunda causa de muerte en los neonatos. Y esto se debe, principalmente, porque en los hospitales no disponen de los medios necesarios ni sus especialistas cuentan con los conocimientos suficientes para tratar a los prematuros extremos".

Es por ello que Lubián y otros dos neonatólogos subespecializados en el campo de la neurología neonatal -pertenecientes al Hospital Sant Joan de Deu de Barcelona y al Hospital Universitario de Burgos- impartieron formación durante 12 días en Tegucigalpa. Fue en respuesta a una solicitud realizada por el Hospital-Escuela de la Universidad de Tegucigalpa y por la Fundación Angelitos, entidad que contribuye a la mejora de la atención neonatal en Honduras.

"Dos facultativos de la Unidad de Neonatología de Cádiz formamos parte de la Fundación NeNe, impulsada por la Asociación para el Desarrollo de la Neurología Neonatal y que tiene como cometido impartir docencia a otros neonatólogos con el fin de que adquieran conocimientos y habilidades en el específico campo de la neurología neonatal. La Fundación Angelitos se puso en contacto con la Sociedad Iberoamericana de Neonatología para que solicitara a nuestra Fundación colaboración para formar a los neonatólogos de Honduras, y así surgió esta iniciativa", comparte.

Este interesante y loable proyecto ha permitido a Simón Lubián y a otros dos compañeros de especialidad enseñar a 300 profesionales "cómo se realizan ecografías cerebrales para valorar el daño que han sufrido los menores con asfixia perinatal, y también los hemos formado en la técnica que se les debe proporcionar a estos niños para evitar secuelas".

Esa técnica, según informa el neonatólogo, se llama hipotermia terapéutica, y consiste en enfriar al bebé a una temperatura corporal de 33 grados durante tres días. "Así se consigue disminuir las posibilidades de que le queden secuelas". "Es un tratamiento que llevamos desarrollando en Cádiz desde hace seis años, y la intención es que se instaure en el Hospital-Escuela de la Universidad de Tegucigalpa". "La falta de medios no es lo más preocupante, sino el nivel de formación. Es lo que más necesitan en ese centro", resalta Lubián.

La Fundación NeNe ha establecido un programa de colaboración con Honduras y, a través de la Sociedad Iberoamericana de Neonatología, se desarrollará también en otros países que precisen de esta formación. Una formación primordial, pues salva vidas.