El Faro de Cádiz, posiblemente el restaurante más emblemático de la capital gaditana, ha decidido cerrar sus puertas por la crisis del coronavirus. La noche del sábado servirá su último servicio y bajará la baraja hasta que pase la pandemia.

Mayte Córdoba, gerente del establecimiento del Grupo El Faro, daba sus motivos. "Ha llegado el momento de tomar decisiones. Mañana por la noche vamos a recoger las cosas porque queremos colaborar a que esto se pare cuanto antes. No podemos seguir haciendo vida normal con la que está cayendo. Si no se para puede durar mucho más tiempo".

La responsable de este templo culinario considera que "a pesar de las advertencias hay mucha gente que se mueve mucho, gente que está viniendo para acá, y a mí eso de los geles y la limpieza no me dice nada porque ya llevo haciéndolo muchos años. Llevamos 27 años trabajando con un laboratorio, fíjate tú. Aquí lo que queda es cerrar y pedirle a la gente responsabilidad, que se queden en sus casas".

Mayte Córdoba reconoce que lo hace con todo el dolor de su corazón, pero que "la salud está por encima de todo". Un ejemplo para muchos negocios y también para muchas personas que están llegando a Cádiz desde otras provincias donde los contagios son numerosos sin autoimponerse una cuarentena, con lo que están poniendo en peligro al resto de la población.