La vida ha dado grandes cambios en los últimos años. Y la muerte también. Los enterramientos cada vez ocupan un porcentaje más bajo frente a las incineraciones, y eso está llevando también a la Iglesia y sus instituciones a renovar eso que históricamente han venido haciendo: atender a los fieles difuntos a la hora de su sepultura. En los tiempos actuales, por medio de los columbarios que se levantan en criptas y capillas y que facilita el descanso de los restos en lugar sagrado, en ocasiones en el templo de referencia de esa familia o cerca de la imagen a la que el difunto tenía devoción.

El último ejemplo de esta práctica cada vez más extendida es el de la cofradía de La Palma, que después de muchos años de anhelo ya cuenta con un columbario en uso en la cripta de la iglesia. Justo debajo del Cristo de la Misericordia. Un total de 72 nichos en una pared que precisamente reproduce un gran mosaico del Crucificado viñero y que conforma esta primera fase del columbario que ya está abierto.

“Hay dos motivos principales que nos han llevado a decidirnos sobre la construcción del columbario”, explica el hermano mayor de la cofradía, Francisco Javier Lucero. “El primero que teníamos ya disponible la cripta, donde de hecho ya había enterramientos de frailes capuchinos. Teniendo ese espacio, vimos que era preceptivo disponer un sitio para el descanso de los hermanos y devotos, algo que creemos que demandaba la hermandad y que ahora se ha hecho posible por medio de la empresa Exequial Innovación y Gestión Funeraria”.

El trabajo de construcción del columbario se ha centrado en el resanado integral de la cripta, que luce con paredes rehabilitadas, suelo nuevo, nueva instalación eléctrica y un sistema apropiado de ventilación interior. Todo ello sin tocar la estructura original del edificio. Además, se ha habilitado un nuevo acceso desde el final de la iglesia, junto a la puerta de entrada; una operación que ha deparado una agradable sorpresa al localizarse una antigua escalera de mármol que había sido construida y que había quedado cegada hace décadas para convertir ese acceso del final del templo en una estancia.

Escalera de acceso al columbario de La Palma, que ya existía.

La apertura de este columbario lo plantea la hermandad del Lunes Santo como “una labor social que hacemos en este siglo XXI, una obra de misericordia adaptada a los tiempos actuales”, según traslada el hermano mayor. Y la acogida de la iniciativa no ha podido ser mejor. “Hay mucho interés por el proyecto, la gente pregunta; hay mucha curiosidad, y sobre todo una enorme satisfacción entre los hermanos”, destaca Lucero, que señala al respecto que en los tiempos actuales “muchas veces cuando se produce un fallecimiento no se sabe bien qué hacer con los restos, dónde depositarlos; y la hermandad ha hecho este esfuerzo precisamente para ofrecer esta posibilidad a todos los que quieran”.

Además, La Palma ha habilitado una opción de reserva que también ha tenido muy buena acogida y que permite al interesado adquirir ya el nicho donde quiere ser enterrado el día de mañana. “Te da la posibilidad de ser tú quien elija dónde descansar el día que fallezcas, y además dejarlo ya pagado, porque luego es una carga económica para tu familia y allegados”, trasladan desde Exequial. Esa reserva permite al interesado elegir su propio nicho, no empezando a contabilizar el tiempo de uso (que es de 50 o de 99 años, según las modalidades que se ofrecen en estos depósitos de urnas) “hasta que no se introduzca la primera urna en el nicho”.

Así ha quedado la cripta de La Palma tras el resanado general.

Otra ventaja que se ha querido incorporar para facilitar el acceso del mayor número de personas interesadas al columbario es una posibilidad de financiación, para lo que se ha suscrito un convenio con la entidad bancaria Unicaja a través de su sede en la Viña; “para que el interesado pueda ir abonando el nicho en cómodas mensualidades, casi sin darse cuenta”.

Las posibilidades de uso del columbario son variadas. Cada nicho tiene cabida para dos urnas, tres incluso (según el diseño y modelo de urna). También se ofrece la posibilidad de dividir el nicho en cuatro espacios con una urna en cada espacio; e incluso de contar con un nicho familiar (uniendo dos nichos contiguos con capacidad de hasta cuatro urnas cada uno).