Estallan dos bombonas de butano en un restaurante de la calle Plocia
No se produjeron daños personales pero la deflagración pudo haber causado una tragedia
El estallido de dos bombonas de butano en el bar El Anticuario de la calle Plocia de Cádiz pudo provocar ayer una auténtica tragedia, aunque se quedó solo en un susto. Cerca de las nueve y media de la noche los propietarios de este asador, donde antes se ubicaba la pulpería Las Meigas, empezaban a prepararse para acoger a los clientes de la noche del sábado cuando se produjo la primera deflagración, que, según los vecinos del número 13 de la calle Plocia, no fue demasiado fuerte. Los trabajadores del local se pusieron a salvo pero poco después hubo otra explosión, esta mucho más potente, que provocó un incendio en el interior del asador y reventó los grandes portones, que fueron arrancados de sus goznes y acabaron tirados en la calle a merced de la fina llovizna que caía a esa hora.
La rápida actuación de los bomberos, que llegaron con tres camiones bomba y varios efectivos, hizo que el fuego que se había declarado en el exterior se sofocara sin demasiados problemas. Lo que no consiguieron apagar con la misma rapidez ni los bomberos ni los miembros de la Policía Local desplazados en la zona era la indignación de los vecinos, sobre todo de los inquilinos del número 13, que también se quejaban de que los dueños del local ni siquiera les habían avisado tras la primera explosión. "Han salido corriendo y han pasado de nosotros, ni nos han dicho que saliéramos porque había peligro", decía visiblemente nerviosa A.G.S., una vecina del inmueble.
Otro vecino, Antonio Setién, aseguraba que "esto se veía venir" y que llevan varios años de lucha, con denuncias incluidas, "primero con la pulpería, y ahora con el asador, porque yo vivo en el primero y no hay forma de descansar con los ruidos y los olores que se cuelan del local. A mí me parece muy bien que se invierta en hostelería, todo el mundo tiene derecho a comer, pero Urbanismo debe ser meticuloso a la hora de dar los permisos de apertura y velar por la seguridad de los ciudadanos, porque aquí ha podido ocurrir una desgracia. Una desgracia", repetía airadamente mientras agitaba las manos.
Los bomberos examinaron las viviendas de Plocia,13 y no encontron daños, más allá de algo de humo, sobre todo en el primero, y de un fuerte olor a gas, por lo que se preveía que los vecinos pudieran pasar las noches en su casa. Eso sí, con el susto en el cuerpo.
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