Coincidiendo con los diez años de la toma de posesión de Rafael Zornoza como obispo de Cádiz y Ceuta, la diócesis afronta un curso recién iniciado que se antoja fundamental de cara al futuro y que conllevará la realización de dos exámenes sobre la situación actual en la Iglesia gaditana, sus problemas, sus lagunas, sus necesidades… y también sus fortalezas y oportunidades. Todo ello con la vista puesta en el Vaticano, que el obispo visitará por partida doble en el primer trimestre del año 2022.

En primer lugar, Cádiz rendirá cuentas el próximo mes de enero de la situación de la Iglesia local ante el Papa Francisco. Será la denominada visita ad limina, que cada quinquenio realizan todas las diócesis al Vaticano para informar del escenario actual de esa diócesis así como de las novedades y proyectos realizados entre una visita y otra. El origen de la diócesis, su extensión geográfica, su clima, su lengua, sus privilegios, los sínodos celebrados, el gobierno civil… con algunos de los datos que se envían a Roma, así como toda la relación informativa sobre la curia diocesana, las parroquias y templos, los santuarios, la actividad sacramental…

Del 17 al 22 de enero es la fecha anunciada para la visita de Cádiz y Ceuta, que se realizará de manera conjunta con el resto de diócesis de Andalucía y que no se hacía desde el año 2014, ya que el período habitual de cinco años se ha visto afectado de lleno por la pandemia, que ha retrasado la agenda vaticana.

Mientras el Obispado prepara toda la documentación oportuna para la visita ad limina, labor que está ejerciendo el canciller, Cristóbal Flor, en la diócesis se ha dado inicio al proceso de preparación para el sínodo de los obispos que se celebrará en el año 2023. Esta preparación consistirá, básicamente, en una fase en la que cada diócesis recolectará las opiniones y sensaciones que el propio pueblo de Dios -desde sacerdotes a los más alejados de la Iglesia- tenga; una visión que lógicamente está muy marcada por la percepción que se tenga del obispo de esa diócesis. Por tanto, de algún modo, este proceso sinodal que se inauguró el pasado domingo va a servir también de examen, para conocer cómo respira Cádiz respecto a su Iglesia. Una opinión, unos sentimientos, unas valoraciones, que se tendrán en el mes de marzo de 2022, cuando Zornoza viaje de nuevo a Roma para presentar al Papa la documentación que para ese sínodo haya preparado España.