De andar por casa | Cádiz

Decorando con papel

  • En esta vivienda, su propietaria hace un guiño a Costa Rica, su paísde origen, inspirándose en su naturaleza y en el verde de su jungla

Un frontal del salón se encuentra empapelado con un original papel, que representa una obra de Rousseau.

Un frontal del salón se encuentra empapelado con un original papel, que representa una obra de Rousseau. / Jesús Marín

A finca que hoy describimos se encuentra en una de las calles del centro de Cádiz, la calle Horozco, cerca de la Alameda. Después de muchos años y gracias al esfuerzo de su propietaria, Blanca Mendiola, la casa ha vuelto a brillar.

Costarricense de nacimiento, pero residente en Madrid, Blanca vivió hace 20 años en Cádiz, se quedó enamorada de la ciudad y tenía el sueño de volver algún día a vivir aquí. Hace unos años adquirió un piso en la capital gaditana, pero su ilusión era buscar una finca antigua y poder hacer un espacio diseñado por ella. Después de una larga búsqueda, adquirió la casa que reflejan estas páginas.

Cuando su propietaria compró la finca, estaba consolidada pero sin edificar, por lo que realizó el proyecto de construcción y decoración. La casa consta de planta baja, dos plantas y ático con jardín vertical.

La finca tiene un patio central con galerías alrededor, desde donde se distribuyen las diferentes estancias. La planta baja se ha destinado a un local donde se abrirá una futura cafetería, junto un apartamento. En la primera planta se han construido tres apartamentos y en la segunda, su vivienda, junto con un ático como zona de invitados, con una gran terraza con un jardín vertical.

La planta dedicada a la vivienda familiar tiene una superficie de 160 metros cuadrados, que se hallan distribuidos en un amplio salón-comedor, cocina, dormitorio principal con vestidor y baño y un dormitorio de invitados con baño. En la decoración de toda la vivienda dominan los tonos verdes como reminiscencia del otro lugar que le inspira a la propietaria, Costa Rica: la naturaleza, las plantas y el verde de su jungla.

El comedor lo protagoniza una antigua vitrina de principios del siglo XX, que en su interior custodia porcelanas y cerámicas. Una mesa decapada en gris con sillas de color madera tapizada en color cáscara de huevo, conforman el comedor. Este espacio se encuentra comunicado con la cocina por medio de una barra americana. Para la cocina ha elegido el tono verde agua en todo su mobiliario.

El salón se encuentra dividido en tres ambientes diferentes limitados por diferentes sofás tapizados en verde oscuro, verde pistacho y granate. Un frontal de esta estancia se encuentra empapelada con un papel que representa una obra de Rousseau. En el resto de las paredes de esta habitación, así como del resto de la casa, se utiliza para sus paredes perlita estucada.

Entre los diferentes elementos decorativos del espacio descrito se encuentra una pareja de espejos antiguos franceses de herencia familiar junto a una obra del pintor gaditano Ortiz Ventura y una colección de grabados antiguos. La iluminación elegida para esta habitación es indirecta, utilizando en la parte central un conjunto de lámparas marroquíes. El suelo de los diferentes espacios creados en esta estancia combina la madera con los hidráulicos en su parte central. El color elegido para todo el cortinaje es el verde manzana, dándole mas luminosidad al entorno.

Otra de las estancias de la casa cuidada por su propietaria es el dormitorio, en el que uno de sus frontales se encuentra decorado con un papel pintado de Photowall. Uno de los muebles más importante de la vivienda, se ha colocado en esta estancia; un bonito secreter francés de marquetería de herencia familiar. Para el tapizado de la cama, tanto en el cabecero como en el piecero, se ha elegido un terciopelo verde. Una cómoda que destaca por su proporción, pintada en hojas con tonos oscuros, se ha colocado en la parte opuesta a la cama.

En la parte superior del cabecero, en la pared, cuelga un conjunto de pájaros realizado en bronce junto a una pequeña hornacina en la que luce un cuadro del argentino Guillermo Conte. Dentro de la habitación se encuentra el vestidor y el baño de cerámica inspirado en mosaicos romanos. Una pintura del costarricense Fabio Roja, decora una de sus paredes.

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