DanielRomero-Abreu · Creador de thinking heads, fabricante de líderes de opinión

"Barack Obama es el mejor orador de nuestro tiempo"

  • Entrenador de los influyentes. El gaditano Daniel Romero-Abreu se ha convertido en uno de los más prestigiosos consultores en un sector aún poco conocido en España, el de posicionar a los creadores de opinión.

DanielRomero-AbreuCreador de thinking heads, fabricante de líderes de opinión"Barack Obama 		es el mejor orador de nuestro tiempo"

DanielRomero-AbreuCreador de thinking heads, fabricante de líderes de opinión"Barack Obama es el mejor orador de nuestro tiempo"

A los 23 años, el gaditano Daniel Romero-Abreu fundó la primera agencia de conferenciantes española cuando aún estaba terminando su formación universitaria en ICADE. Aquella idea se llamó Thinking Heads, que hoy es un grupo internacional con delegaciones en seis países y la primera consultora del mundo especializada en el posicionamiento de líderes. Considerado por la revista Vanity Fair como "el gurú de gurús", Romero-Abreu gestiona el modelo de negocio de grandes pensadores.

- ¿Qué hace que un chaval de 23 años que ni siquiera ha terminado la carrera se lance a crear una empresa de algo tan extraño como la representación de conferenciantes?

-Supongo que en aquella época, sin identificarlo como tal, tenía una vena emprendedora que, hoy en día, sí tengo ya muy desarrollada. En mis años de universidad estudiaba Administración y Dirección de Empresas y Derecho en ICADE. Siempre fui una persona muy activa, aunque no tanto para estudiar como para crear y sacar adelante todo tipo de iniciativas y actividades. Allí comencé a organizar charlas y conferencias. Poco a poco me di cuenta de que en España nadie cuidaba y gestionaba la participación en foros y eventos y la proyección pública de las personalidades que daban conferencias. La gestión era informal porque no existía ninguna empresa que ayudara a estos pensadores a coordinar sus actividades como conferenciantes. Fue entonces cuando, en 2003, fundé Thinking Heads. En ese momento fuimos la primera agencia de conferenciantes de España.

-Tuvo éxito.

-Porque era algo de lo que había una demanda. En cuanto echamos a andar organizaciones de todo tipo comenzaron a pedirnos asesoramiento para organizar sus eventos. Al tiempo empezamos a acompañar a líderes con talentos extraordinarios en diferentes campos. Rápidamente nos dimos cuenta de que les ayudábamos a transmitir su activo más valioso: su visión del mundo. Nos ocupábamos de la selección de los foros y los públicos más adecuados. Desde entonces no solo conectamos a las organizaciones con personalidades influyentes, sino que les ofrecemos asesoramiento en cuanto a los contenidos y formatos que mejor adaptan a sus objetivos.

-¿Cuántos eventos habrá organizado ya?

-Pues más de 10.000 apariciones públicas de personajes de relevancia en múltiples ámbitos de la política, la economía, la innovación, la empresa, las artes...

- ¿Cuánto movía antes ese negocio, cuando usted empezó, en España y cuánto mueve ahora?

-Es imposible saber cuánto facturaba el sector de las conferencias a principios del año 2000 porque ni siquiera era un sector empresarial formalizado. Aun hoy necesita cohesión. Por ejemplo, a diferencia del mercado de Estados Unidos, muy profesionalizado, que mueve 2.000 millones de dólares al año, el español es aún un mercado joven y en progresión. Está muy atomizado con un volumen que apenas llega a los 50 millones de facturación.

-¿Y qué es Thinking Heads a día hoy?

-La empresa ha evolucionado. De una agencia de conferenciantes, que es lo que era en su origen, hemos pasado a especializarnos en el posicionamiento de líderes.

-¿Qué es eso?

-Hay un hecho: las instituciones de todo tipo están perdiendo credibilidad, mientras que los especialistas están ganando mayor respeto. La gente cree en la gente. Este es el punto de partida desde el que los expertos pueden convertirse en líderes de opinión para la ciudadanía o cualquier audiencia. Nosotros desarrollamos una metodología propia que ayuda a los líderes o a reforzar su posicionamiento público o proyección personal, incrementando su protagonismo en sus áreas del conocimiento. Eso es a lo que nos dedicamos hoy.

-¿Cuál es el conferenciante más caro del mundo?

-Podríamos considerar a Barack Obama como el mejor orador de nuestro tiempo. Y el más caro, porque se habla de que cobrará 400.000 dólares por conferencia.

-¿Cuántos personajes podrían vivir en España sólo de dar conferencias?

-La conferencia, hoy en día, no es más que uno de los múltiples canales de divulgación de ideas que cualquier experto ha de tener para difundir su conocimiento. Hoy nadie vive de dar conferencias. En cambio sí vive de los resultados de poner su pensamiento a trabajar, ya sea a través de conferencias o de las muchas formas en que puedes manifestar tus ideas. Los expertos con los que trabajamos viven de sus actividades profesionales y orientan su posicionamiento personal para que todo ello le genere dos tipos de rendimientos. Uno es el intangible, en forma de notoriedad, reputación e influencia. Y otro el tangible, que le genere rendimientos económicos. El desarrollo de su profesión y su actividad divulgativa ha de observarse como un todo y no como partes parciales, como es el caso de las conferencias.

-Felipe González está entre sus conferenciantes. ¿Cómo es ser su manager? ¿Es muy divo? Es que me lo figuro como la misma relación que con una estrella de rock.

-Nuestro trabajo no tiene nada que ver con la representación en otras industrias como el rock. En nuestro ámbito no hay ese tipo de mística. Velamos por que participe en los foros que encajen con las áreas de pensamiento en las que es experto. El trato con él, al igual que con todos nuestros clientes, es más normal de lo que uno pueda imaginarse.

-¿Qué hace de un conferenciante un buen conferenciante, un conferenciante solicitado?

-Ser conferenciante es una consecuencia de un trabajo previo. Es decir, uno no es conferenciante porque sí. Anders Ericsson señala en un estudio que una persona requiere al menos 10.000 horas de práctica continuada en una materia para poder destacar en ella, es decir, para ser considerado un experto. Por eso, para posicionarte como un experto, primero has de serlo de verdad. No en apariencia. Luego has de ganarte la credibilidad de una determinada audiencia. Una persona influyente es aquella que los demás identifican como un experto al que acuden a consultarle porque es el que más sabe sobre un tema en concreto. Por eso antes de pensar en dar conferencias y obtener una remuneración acorde a tu experiencia, has de trabajar su posicionamiento personal.

-Necesito un conferenciante, pero estoy tieso. Recomiéndeme uno que sea muy bueno y no me salga muy caro.

-En España existen muchos expertos y pensadores de mucho nivel en diferentes disciplinas y temáticas. Cuanto más posicionados están, más reconocidos, relevantes y mediáticos son. Las horquillas presupuestarias son muy variables pero desde 2.000 euros puedes tener en su evento a un experto de mucha calidad que compartirá con su audiencia una hora de conocimiento, inspiración e ideas sobre temas tan variados como economía, innovación, transformación digital, liderazgo, desarrollo personal, motivación, creatividad, gestión del cambio, análisis empresarial y político, etc.

-¿Y cuál es el perfil que más le solicitan y por qué?

-Depende del momento en el que vivamos, la coyuntura política, económica y social. En los años de la crisis económica se solicitaron muchos economistas que explicaran de manera sencilla algo tan complejo como la situación económica que sufríamos. En estos momentos, se demandan muchos expertos en transformación digital e innovación que describan los cambios sociales, empresariales y económicos que se avecinan.

-¿Donald Trump tiene el perfil de conferenciante o de telepredicador?

-Sería un telepredicador. Aunque fíjese que no en vano el origen del sector de la conferencias como tal nació hace dos siglos en EE.UU. donde un pastor protestante iba de pueblo en pueblo dando una charla sobre cómo ser feliz a cambio de unos centavos de dólar. Así empezó todo.

-¿A qué conferenciante de la competencia le gustaría fichar?

-Thinking Heads se encuentra en un proceso de expansión en los mercados de Estados Unidos y América Latina y en el desarrollo de nuevas e innovadoras líneas de negocio, con previsión de apertura de oficinas en México, Colombia, Chile y Brasil en los próximos meses. Somos más de 50 consultores que queremos trabajar con los mejores líderes globales, sean españoles o extranjeros. Por eso no nos cerramos a nada ni a nadie. Aunque si tenemos que elegir nos encantará trabajar con aquellos expertos que serán influyentes a corto y medio plazo.

-Deme tres consejos para tener una buena marca personal. Y luego, una vez conseguida, explíqueme para qué me sirve.

-A diferencia de la marca personal que está basado únicamente en la imagen, que es algo fugaz y no sostenible, el posicionamiento personal está asentado en ideas y conocimiento. ¿Ha pensado alguna vez por qué le llaman sus amigos cuando le piden ayuda?

-No lo hacen mucho, la verdad.

-Sí, hombre, usted será un experto para sus amigos y contactos en algo. Descubra cuáles son los temas en los que es experto y que los demás le ven como un experto. Luego formarse, profundice, investigue y manténgase al día en esos temas, cree su propia visión sobre este tema y desarrolle su propio discurso. Finalmente, empiece a contar estos temas en los que es un experto a su entorno más cercano, en coloquios o conversaciones. En las asociaciones de vecinos o de empresarios. Organice una conferencia para aportar su conocimiento a los más cercanos. Escriba recurrentemente sobre los temas que sabe y envíele los enlaces a sus conocidos. Inicialmente será para ordenar sus ideas y a la postre comparta de forma desinteresada y buscando ayudar al máximo número de gente con ese conocimiento único que cada uno de nosotros tiene y que le hace a usted un experto. Si hace esto de forma recurrente, acabará teniendo una gran marca personal.

-No sé si en vez de en un experto, eso me convertirá en un pesado...

-Se supone que si usted es un auténtico experto en algo puede ayudar a otras personas. Para eso hay que ser un experto, claro.

-Y a todo esto. ¿A usted qué tal se le dan las conferencias?

-¡Necesariamente bien! He tenido el enorme privilegio de aprender y observar a los mejores. Aunque en esto nunca se para de mejorar.

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