Cádiz

La draga de Cortadura vuelve a fallar y la obra podría no estar ya para verano

  • Un cortocircuito en uno de los generadores de la 'Sato Carolina' provocó que ayer tuviera que quedarse de nuevo en Zona Franca · Desde la Base Naval de Rota apremian al buque por un trabajo pendiente

"Sato ha apostado por una inversión continuada en sus equipos, que le permiten abordar cualquier tipo de obra con plenas garantías". Así reza en la página web de la empresa Sociedad Anónima Trabajos y Obras (Sato), propietaria de la draga Sato Carolina, a cuya tripulación le quedan posiblemente un par de telediarios para no querer ver a Cádiz ni en pintura.

Ayer miércoles, por tercera vez consecutiva en poco más de un mes, la desafortunada draga sufría una avería. Un cortocircuito en uno de sus generadores impidió el inicio de sus trabajos frente al Fuerte de Cortadura.

Dicen los "murphinianos" que pueden consolarse los trabajadores de la Sato pensando que si algo va mal, aún pueden ir peor.

El 27 de abril, Diario de Cádiz publicaba un titular anunciando que la obra del aliviadero de Cortadura empezaría en mayo. Pues en mayo, la primera pifia, porque la draga llegaba a Cádiz desde Castellón después de ejecutar allí una serie de trabajos y en el trayecto sufrió una vía de agua que inundó su motor principal.

La avería necesitaba una pieza que ya se sabía que tardaría. Pues así fue, tardó. Fue entonces cuando se decidió su traslado hasta El Puerto de Santa María, donde no pudo repararse hasta finales de la pasada semana. Y ya lista para enfrentarse a las adversidades, todo estaba preparado para su partida de aguas portuenses el pasado lunes, pero una de las patas tocó fondo y, para colmo, no pudo ser remolcada por la rotura del cable que debía servir de enganche para su tiro.

La falta de repuesto para ese cable obligó a la tripulación de la Sato Carolina a disfrutar, de manera forzosa, de otra noche portuense más. Y ayer por la mañana, en cuanto la luz del día lo permitió, y con los dedos cruzados, los remolcadores la engancharon y, justo cuando atravesaban la bocana del puerto, se detectó un cortocircuito en el motor de la draga, con la consiguiente desesperación de todos los que se están dejando el sudor en conseguir que la operación llegue a buen puerto.

El cortocircuito requería de nuevo la intervención de mecánicos y electricistas por lo que la embarcación fue trasladada hasta la Zona Franca, donde permanecía ayer a mediodía a la espera de una solución.

Lo peor es que máquinas tan sofisticadas como ésta existen muy pocas en España por lo que cuentan con una agenda acotada de compromisos. De hecho, la tripulación de la Sato Carolina debería estar ya trabajando en el dragado del puerto de la base militar de Rota, desde donde andan ya agobiando a sus responsables.

A pesar de ello, ni que decir tiene que en Cádiz tienen un compromiso que urge, pues, precisamente la operación que ha venido a llevar a cabo en la playa de Cortadura, forma parte de un convenio entre el Ayuntamiento y la Junta de Andalucía para la normalización de la red de saneamiento de la capital. Y todo debería estar concluido en 2001, hace 8 años, por lo que la draga se ha convertido en un trabajo urgente y no podría permitirse más obstáculos. Y mucho menos que alguien decidiera anteponer los trabajos de la base militar roteña a los de la capital.

De una forma o de otra, la tarea de la Sato Carolina necesita tan sólo 10 días, no más, pues, tras su marcha, son otros técnicos los que dben realizar el resto de trabajos que sí necesitan de un plazo mayor.

Por esto mismo, por mucha voluntad que ponga la Junta de Andalucía, el 21 de junio, cuando empiece el verano, todo parece indicar que inevitablemente una parte de la playa de Cádiz permanezca acotada, por obras, al baño.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios