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Cádiz

Coplas sin descanso

  • La denominada Regata de Coplas disfraza al centro histórico de la ciudad de Sábado de Carnaval, con miles de personas escuchando a los finalistas del pasado Concurso El Ayuntamiento valora la iniciativa

Tres marineros rusos, con la visera de los gorros más empinadas que la de la tribuna del Carranza, se dejaban caer en la esquina de la calle Cobos mientras observaban a la chirigota del Sheriff. Marineros de piel rosada, como si fueran de Algodonales, por aquello de los pueblos blancos, que intentaban asimilar qué hacía un gachó disfrazado de capitán de barco cantando bajo la Catedral de Cádiz. Esto es Cadi mushasho... le entraban a uno ganas de gritarle, a ver si se le quitaba la carita de poleá moscovita. Habría que explicarle al marinero del 'Mir', y al resto, que esta ciudad vive su Carnaval buena parte del año, y que no concibe pegarse una juerga sin cantar el Vaporcito del Puerto. "En un evento de esta categoría no es posible obviar al Carnaval. Así matamos dos pájaros de un tiro, no sólo porque promocionamos nuestra fiesta en el exterior sino porque el Carnaval es un reclamo turístico magnífico, como estamos viendo", decía ayer un satisfecho Adrián Martínez de Pinillos, concejal de Fiestas del Ayuntamiento de Cádiz.

El edil de Por Cádiz Sí Se Puede destacaba que no había sido sencillo reunir un cartel de tanta categoría, "porque salvo la chirigota de Selu, están todos los finalistas del pasado año en el Concurso Oficial de Agrupaciones. Creo que eso hay que valorarlo porque no ha sido fácil".

Lo cierto es que el elenco de carnavaleros era completo. No falaban ni 'Los cobardes' de Martínez Ares, ni los egipcios de Vera Luque, que congrebaban a centenares de personas en San Agustín al filo de las nueve de la noche, ni los serenos de la chirigota de los Molina en San Juan de Dios. Los chiclaneros se ganaron al público con su buen humor y su saber estar en un escenario.

El ambiente en el centro de la ciudad era casi de domingo de Carnaval. Faltaban las bateas de los coros, pero por lo demás, había miles de personas llegadas desde muchos lugares de la provincia, y de fuera de ella, deseando escuchar las coplas, esa Regata de Coplas, como ha sido denominada por el Ayuntamiento, que supuso un éxito.

Estos cuatro días han supuesto una inyección económica para la hostelería del centro de la ciudad. Porque anoche, desde Plocia hasta la Catedral, pasando por San Agustín, San Francisco o Candelaria, las terrazas de Canalejas, o los bares de San Francisco y Nueva, estaban completamente llenos de personas. La excusa era la regata y el Carnaval, oír nuevamente las coplas del coro de Julio Pardo, cuyos componentes, perfectamente ataviados como mexicanos, llamaban la atención de la marinería del 'Cuauhtemoc'. Precisamente tras la primera de sus actuaciones de anoche, Juan Lucena, director del coro, anunciaba el nombre que llevará la agrupación en el Carnaval de 2017 y que será 'Por Andalucía', en lo que seguramente será un guiño a los 40 años de la mítica comparsa de Pedro Romero y Aurelio del Real 'Nuestra Andalucía'.

Los cuatro tablaos instalados por el Ayuntamiento, Plocia, San Juan de Dios, Catedral y San Agustín, fueron un incesante ir y venir de agrupaciones que provocaron carcajadas y aplausos. "Acabo de volver de Colonia, donde he estado el último año trabajando, y lo primero que he hecho cuando he llegado a Sevilla es venirme a Cádiz al saber que esta noche iban a estar todos los primeros premios cantando en la calle. Me perdí el Carnaval en febrero pero no he querido perdérmelo en verano", decía Mario, un sevillano con muchas ganas de pasarlo bien.

A pesar del gran ambiente, los grupos llegaban a todos gracias a la megafonía. En las denominadas Batallas de Coplas, que se celebran el primer sábado de Carnaval, se echa en falta precisamente esos altavoces que potencien la voz de los grupos, porque de lo contrario siempre es más complicado oírlos cuando no se puede ocupar una de las primeras filas. Ayer eso se solventó con buena nota, lo que permitió que alrededor de los tablaos se congregaran miles de personas y que hasta desde las azoteas de las viviendas, como en la plaza de la Catedral, se asomaran personas para no perder detalle.

Las actuaciones, que arrancaron a las ocho de la tarde con 'El creador', 'Los sereníssimos', 'Los polvos egipcios' y 'Los que vienen de marea', finalizaron pasada la media noche con el coro de Luis Rivero 'La corte' y la comparsa de Quique Remolino 'Los camellos' en San Juan de Dios y San Agustín respectivamente.

Atrás quedaron decenas de coplas y la sensación de que el Carnaval de Cádiz siempre tiene algo que decir cuando esta ciudad celebra algo. "Cádiz no se entiende sin su fiesta grande. Hemos venido desde Barbate sólo para eso. Porque no nos hartamos", decía Paqui con la sonrisa cómplice de su marido apoyándola. La experiencia de ayer resultó un éxito rotundo.

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