Contando los minutos para coger el bus

Esperar en una parada el autobús puede ser desesperante. Las prisas por llegar al destino deseado lo antes posible ante una urgencia o la necesidad de cumplir con un horario o una cita te hacen perder la paciencia y jurar en arameo del servicio de transporte público.

La modernidad se ha instalado en los buses urbanos. Tras las pantallas y la nueva tarjeta bonobús, han llegado a Cádiz la geolocalización y los marcadores para avisar el tiempo de llegada. De momento se han instalado solo tres en los lugares con mayor afluencia de pasajeros, como son la plaza de España, el edificio Trocadero y la avenida de Andalucía frente al edificio de los Sindicatos en dirección al casco antiguo. Un avance que es habitual en las grandes ciudades y que se enmarca dentro del objetivo de convertir Cádiz en una 'SmartCity', la ciudad conectada. Las cosas del progreso y el siglo XXI.

Ayer se estrenó este servicio, que funciona gracias a un sistema GPS que ha sido colocado en todos los autobuses para conocer su posición y así poder calcular el tiempo que tardará en llegar a un determinado sitio. Un avance que, poco a poco, se irá ampliando a todas las paradas de la ciudad.

A esto, se une que en la página web del Ayuntamiento de Cádiz se ha habilitado un enlace para saber todos los horarios de los autobuses y su situación. Un dispendio de medios para hacer más llevadera la espera.

Como toda novedad, los primeros días son de rodaje y puesta a punto. "Nos están modernizando y todo. Mira lo que han puesto", le decía un joven a su pareja cuando se subía al autobús mirando una de las pantallas.

Con todo, la combinación entre el tráfico y el bus no es una ciencia exacta, por lo que más que por fiable, el servicio puede servir como orientación al usuario. En la parada de la plaza de España, punto de partida de las líneas 1,3 y 5, el reloj marca las 12.22 horas. La pantalla señala que el 1, con destino Cortadura, llegará en cinco minutos. Dos minutos más tarde aparece el autobús, que carga a los viajeros y se marcha a las 12.28 horas. Puntualidad casi británica. Lo mismo sucede con el 5, que a la misma hora cumple con los seis minutos de espera, y el 3, que hace lo mismo en tres minutos.

Esta parada, como reguladora al ser lugar del fin y el comienzo de los trayectos, cumple meridianamente con los horarios. A partir de las llegadas, las frecuencias de salida pasan a ser de cinco minutos para el 1 y de ocho minutos para las otras dos líneas.

Muchos viandantes se fijan por primera vez en los marcadores y hasta preguntan para qué sirven. "Es la primera vez que las veo. Yo creo que está bien para que todo el mundo se informe", cuenta Juan Gómez, que espera el 3 para ir a la zona de El Corte Inglés. "¿Eso qué es para anunciar cuánto tarda en llegar el autobús?, pregunta Antonia Cecilio, mientras que su hermana África señala que "están muy bien, pero hay cosas más necesarias". Por su parte, Eli Borrego, que también espera el bus, cree que servirá para "cuando vas tarde y tarda más de un cuarto de hora en venir y tienes prisa, puedes coger otro", a lo que Soraya Bernal, su amiga, contesta que "es un gasto de dinero innecesario con la crisis, el paro y los desahucios".

La segunda prueba del sistema la pasa la parada junto al edificio Trocadero. Al estar muy cercana a la plaza de España, la variación en los tiempos es mínima. Son las 13.02 horas y llega un autobús de la línea 5, mientras que faltan tres minutos para el 1 y cuatro para el 3. Los dos cumplen con puntualidad y se marchan, marcándose la nueva frecuencia al mismo ritmo que en el punto de partida.

En la parada del 3, Inmaculada Martínez dice antes de montarse que "me acabo de dar cuenta. ¿Qué son para el tiempo que tarda? Lo he visto porque tú me lo has dicho". Mari Santos Muñoz, también en el mismo lugar, tampoco había visto las pantallas: "Mira, pone que quedan cuatro minutos. Esto sí que está bien y no las pantallas de dentro". Y sentencia en cuanto a su ubicación: "El mismo derecho tiene de informarse el que se monta en El Corte Inglés que en Asdrúbal".

Por último, frente a los Sindicatos, la dinámica es diferente. Esta parada es lugar de transbordo entre las líneas 1, 2 y 3. Además, los autobuses ya van llegando a su destino, por lo que la certeza de los horarios es más complicada ante cualquier alteración que se produzca en el recorrido. Son las 13.44 horas y la pantalla avisa que el 1 llegará en dos minutos, el 2 en cuatro y el 3 en cinco. La línea que recorre la avenida cumple, mientras que las otras dos se retrasan en dos y tres minutos, respectivamente. Las siguientes estimaciones sí se retrasan algunos minutos más en una hora punta para el tráfico. Todo es acostumbrarse al nuevo compañero de espera del autobús. No será exacto, pero ayudará a gestionar nuestro tiempo.