En estos nuevos tiempos en los que lo digital se impone, en los que el clic es el sonido que abre más puertas, resulta cuanto menos reconfortante el empeño de ciertas personas por mantener en pie algunas tradiciones antiguas, que no anticuadas, cuya pervivencia se ve amenazada por el imparable avance tecnológico que va marcando el ritmo de la sociedad actual. Este déficit es relevante en el mundo del juguete. Los niños y jóvenes de hoy en día son nativos digitales, hijos de su tiempo desde luego, que optan más por el juguete electrónico que por el tradicional. El coleccionismo es en muchos casos una bocanada de aire fresco ante el huracán de consolas, móviles y tablets. Y ejemplo de ello es el diorama medieval con Playmobil que Daniel Heredia, escritor y periodista gaditano, ha montado en el escaparate de El Trastero de Kike, establecimiento de la calle Sacramento, 10, en el que se puede ver una imponente escena con una imponente Catedral montada con ‘clicks’, un juguete que nunca pasa de moda aunque estemos en la era triunfante de otro clic, el digital.

Heredia, coleccionista empedernido de estos muñecos y sus atrezzos desde 2016, montó hace apenas una semana el diorama medieval de 3,70 metros de largo por un metro de ancho, una labor para la que empleó diez horas y media sin descanso: “Es mi cuarto diorama, aunque hubiese montado algunos más de no haber sido por la pandemia”. El principal atractivo de esta villa medieval con numerosos detalles que necesita ser vista con calma es la Catedral, una construcción de casi un metro de altura, única en la provincia de Cádiz porque es una pieza customizada. “Quizás haya dos o tres más parecidas en toda Andalucía”, apunta Heredia con pasión. El conjunto está basado libremente en el libro Los pilares de la tierra, aunque el escritor gaditano ha echado mano también de otras obras literarias y de películas y series ambientadas en esta época histórica.

Imagen general de la escena medieval montada por Daniel Heredia.

Este diorama medieval es el segundo que monta Daniel Heredia en el escaparate de El Trastero de Kike, “una tienda que se ha convertido desde su apertura en un punto de referencia para todos los amantes de Playmobil”, según asegura Enrique Cabello Oliva, su propietario. Se trata del vigésimo tercer diorama desde la inauguración del establecimiento en marzo de 2018. “Siempre lo hemos orientado –afirma Cabello– a un espacio de exposición donde cualquier amigo puede exponer su colección”.

En las pasadas Navidades, Enrique Cabello organizó la primera exposición colectiva de Cádiz Click, “donde se han podido contemplar once dioramas de todas las temáticas. Ha tenido mucho éxito, pues hemos recibido unas siete mil visitas en poco más de un mes, lo cual es estupendo porque es la primera vez que se hace en Cádiz”.

Para Daniel Heredia, el germen de esta fiebre por los Playmobil que hay en la provincia gaditana proviene de las exposiciones de La Muralla en Chiclana, organizadas durante ocho años por Cristóbal Pérez Hidalgo: “Yo iba a verlas con mi hija y me quedaba extasiado deleitándome con las creaciones. Nunca pensé que a los pocos años sería yo quien montaría allí mis primeros dioramas. Ahí empezó todo”.

Pérez Hidalgo, por su parte, confiesa que “esta locura comenzó como un juego cuando mis hijos quisieron montar un belén con los ‘clicks’ en un espacio grande que tenemos bajo nuestra casa. Sería 2010. Lo hicimos, y la gente que venía a La Muralla para las comidas de empresa, bodas o bautizos lo veía y se quedaban asombrados y nos invitaban a que lo expusiéramos para la calle. Un par de años más tarde hicimos una maqueta grande de Chiclana de cincuenta metros cuadrados aproximadamente. Y lo abrimos al público. Y poco a poco fuimos montando las exposiciones de Expo Click”.

Entre los próximos planes de Daniel Heredia está montar dioramas en el hospital Puerta del Mar: “Me encantaría hacer algo en la sala de pediatría para que los niños ingresados lo disfruten y su estancia allí sea más llevadera”.