La firma japonesa Nissan anunció ayer el cierre definitivo de la planta de automóviles que tiene en Barcelona y que da trabajo a 3.000 personas y varios miles más de empleo indirecto. Tanto el gobierno central como el autonómico habían intentado ante la propiedad de la compañía mantener abierta esta empresa pues su cierre supondrá un importante impacto económico en la región.

La fábrica que ahora se cierra tiene sus orígenes en Cádiz. En manos de Nissan desde 1979, primero fue la fábrica de la Ford en España. Y antes de Barcelona esta industria había iniciado su larga andadura en Cádiz, tras una decisión personal de Henry Ford, fundador de esta marca automovilista.

Tras analizar en 1919 las ofertas de Cádiz y Barcelona, Ford se decantó por nuestra ciudad, valorando la capacidad de su mano de obra. Se habilitaron varias naves en los depósitos de la Segunda Aguada, que entonces aún tenían conexión directa con el mar pues no se había realizado el relleno donde se ubicaría décadas más tarde la barriada de La Paz.

El primer coche salió en 1920 y el último en febrero de 1923. En este tiempo se montaron 10.000 automóviles, entre ellos el famoso modelo T.

En 1923 la Ford se marchó de Cádiz. Las causas no fueron laborales, pues la empresa estaba muy contenta con la capacidad de trabajo de los gaditanos, sino económicas: Barcelona era ya el centro financiero del país, y político pues el gobierno central apoyó de forma decidida esta salida.

En Barcelona, la fábrica de la Ford fue durante años pulmón esencial de la recién nacida Zona Franca.