Cádiz

La Catedral busca rescatar todo su esplendor con el Plan Director

  • La rehabilitación de la cripta y la apertura del espacio entrebovedado situado por encima de la girola son los proyectos estrella de las futuras obras que está elaborando el arquitecto Juan Jiménez Mata

La Catedral gaditana, primer templo de la diócesis, es posiblemente uno de los edificios más desconocidos y desaprovechados de la ciudad. Y eso es reconocido por la propia Iglesia, que ve ahora en el nuevo Plan Director que está elaborando el arquitecto Juan José Jiménez Mata un nuevo horizonte para que la Iglesia principal de la ciudad tenga un mayor uso y se ponga en valor al máximo la arquitectura del edificio.

Este Plan Director se encuentra ya muy avanzado y Jiménez Mata tiene previsto entregarlo al Cabildo Catedral a finales de septiembre. El documento es imprescindible para optar a la financiación de las obras por parte del Estado, por lo que una vez concluido en su parte técnica, se iniciarán las conversaciones entre la Junta de Andalucía y el Cabildo para trazar un hilo conductor del proyecto de intervención, que podría estar definitivamente concluido antes de que finalice este año.

En estas obras futuras, encaminadas a potenciar al máximo el uso de la Catedral, tanto a nivel religioso como cultural, hay dos proyectos estrella: la rehabilitación y acondicionamiento de la cripta y la apertura del espacio entrebovedado que recorre la parte de la girola (toda la trasera del altar mayor).

Jiménez Mata define la cripta de la Catedral como "una de las partes más interesantes del edificio", además de ser la única zona construida por Vicente Acero. Lo más destacable a juicio del arquitecto es la bóveda plana, "que es una demostración de la maestría en la cantería", un elemento que sólo se repite en la Catedral de Lugo, aunque allí la bóveda es de menor tamaño que la de Cádiz. Pese a ello, actualmente no reúne las condiciones que resaltan sus valores, con una decoración inadecuada a juicio del arquitecto. Por ello, la propuesta que se incluirá en el Plan Director es la de restaurar las paredes, aplicando el mismo tratamiento que se hizo en el año 2003 en la tumba de Falla y que ha dado muy buenos resultados, e iluminando adecuadamente todo el recinto, mediante luces indirectas de baja intensidad. De esta forma se eliminaría el actual uso de la cripta como almacén y quedaría habilitada para el culto cotidiano y enterramientos, quedando abierta también la posibilidad de incluir una exposición con algunos elementos artísticos.

El otro gran proyecto es el de la rehabilitación y apertura del espacio entrebovedado existente en la zona de la girola. La intención que avanza el Plan Director para esta zona desconocida hasta ahora es la habilitación allí de un centro de interpretación del monumento y de su historia. Este proyecto aportaría dos elementos muy destacados: de un lado, la apertura de un espacio desconocido pero "interesante y sorprendente" de la Catedral; y de otro, la posibilidad de conocer mejor el edificio en esta zona entrebovedada. Para hacer posible esta idea, el proyecto de Jiménez Mata recoge la instalación de una solería en esta zona que recorre toda la parte superior de la girola y de las capillas de la girola y una pequeña restauración, ya que la piedra ostionera se encuentra en buen estado.

Cuatro accesos hay actualmente a esta zona entrebovedada. Uno desde la sacristía (situada a la derecha de la puerta de Arquitecto Acero), otro desde el extremo opuesto y los otros dos desde los púlpitos del altar mayor. En todos los casos se asciende por una escalera de caracol, aunque Jiménez Mata propone eliminar una de estas escaleras (la situada junto a la puerta de Levante, en el lado opuesto a Arquitecto Acero), que está en ruina, para instalar allí un ascensor que facilite el acceso al espacio entrebovedado.

otras actuaciones

El estado actual del edificio requiere un fuerte tratamiento a lo largo de todo el segundo y tercer cuerpo del interior, donde existen zonas muy degradadas (los arcos, arcos de las capillas, bóvedas de las naves laterales y capillas, entre otros elementos). Este tratamiento consistirá en la sustitución de las piezas que estén más degradadas por piedra labrada de la misma procedencia, limpieza de llagas, relleno de llagas vacías inyectando mortero o hidrofugación de paredes.

Otra de las intervenciones señaladas en el avance del Plan Director es la restauración de la sala capitular y de la sacristía baja, la parte más moderna del edificio, que ya fue sometida a una fuerte intervención en los años 70 pero que se encuentra en muy mal estado, siendo también la más utilizada por los sacerdotes.

Igualmente, se restaurará toda la cornisa del primer cuerpo interior, que rodea toda la planta y que tiene algunos puntos rotos e incluso sustituidos por madera. En este punto, se recuperará la línea de la cornisa mediante la reposición de la piedra labrada. Además, se quiere dotar al templo de un sistema completo de seguridad y detección de incendios.

En el apartado de puesta en valor del edificio, unido lógicamente a su rehabilitación, hay también diversos puntos señalados en el Plan Director. Así, por ejemplo, se quiere recuperar la solería general de mármol blanco y gris, que tiene un interesante dibujo en todo el recinto interior pero que se encuentra muy deteriorado, con piezas rotas y otras que se han sustituido sin respetar ese dibujo o sin ser del mismo material que las losas originales.

También se van a recuperar los tonos originales de todas las partes bajas de mármoles coloreados a lo largo de toda la planta de la Catedral. Estos mármoles, muy alterados superficialmente, serán limpiados y protegidos.

Un aspecto estético para revalorizar el templo será el de poner en marcha un programa de vidrieras, para el que se propone incluso un concurso internacional, de manera que se sustituyan los actuales paneles de pavés de vidrio colocados en los años sesenta, de negativo resultado estético.

Completan las líneas principales del Plan Director algunas intervenciones en el exterior de la Catedral, donde destaca la protección de las puertas, en las que se colocarán unas chapas de cobre hasta cierta altura, lo que supone una solución estética que además evitará el deterioro.

También se propone la rehabilitación completa de la escalinata, cuya construcción fue de muy mala factura. Asimismo, se va a aplicar un sistema de protección del exterior de la Catedral para evitar la degradación que producen las palomas. Para ello se probarán diversos sistemas anti palomas para comprobar cuál es el más efectivo para atajar el problema.

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