La parroquia castrense del Santo Ángel Custodio tendrá que poner un paréntesis en su larga e histórica trayectoria con la rehabilitación integral que está prevista desde el pasado mes de julio. La necesaria actuación en el templo de la plaza del Falla, aún sin fecha ni previsión de inicio, obligará a cerrar por completo la parroquia, cesando por tanto la actividad en este lugar durante un período que se estima en torno al año y medio, que es el tiempo previsto para acometer las obras de rehabilitación de todo el conjunto.

Aunque es el edificio anexo a la iglesia el que se encuentra en peores circunstancias -que obligaron incluso al desalojo completo en plena Cuaresma del año pasado, permaneciendo precintado desde entonces-, la actuación anunciada por el Ministerio de Fomento el pasado mes de julio e incluida en los fondos del 1,5% cultural incluirá ese inmueble, las actuales dependencias parroquiales y el propio templo.

Ante esta circunstancia, conviene recordar que la parroquia de la Castrense no cuenta en su feligresía con ningún otro templo donde se pueda desarrollar la actividad pastoral ni el culto habitual. Es decir, que las opciones una vez se cierre la iglesia para iniciar las obras de rehabilitación son bastante limitadas por ahora. Sobre este punto, el párroco, César Sarmiento, asegura que actualmente se desconoce qué solución se dará a este problema, para intentar que tanto las misas parroquiales como toda la actividad paralela (catequesis, Cáritas y el resto de grupos allí establecidos) no se detenga durante el año y medio de obras.

A priori, esa solución pasaría por un traslado a otro templo de la ciudad que no sean parroquia, siendo entonces varias las opciones. Aunque por el momento, mientras las administraciones tramitan esa inversión que rondará el millón de euros (de los cuales 700.000 euros vendrán del 1,5% cultural de Fomento y el resto lo pondrán Defensa y el Ayuntamiento), el futuro de la Castrense está en el aire.