El restaurante El Cantábrico ha recibido la Q de Calidad Turística, convirtiéndose así en el primer establecimiento de restauración de la capital gaditana en obtener esta distinción.

"Esta marca otorga prestigio y diferenciación al restaurante. Está basada en la mejora continua y en ofrecer al cliente calidad en sus productos", afirma Ángel Toral, quien con Daniel Galán forman Sercal Consultores, firma que ha promovido la concesión de la Q de Calidad a El Cantábrico. "Para nosotros ha sido una apuesta en la que hemos puesto mucha ilusión, porque es el primer restaurante de Cádiz capital que la obtiene", expresa Toral.

Los miembros de esta consultoría consideran que "en una zona como esta, donde el turismo es algo tan importante, había que potenciar que establecimientos de hostelería obtengan una certificación como esta, que no es más que una inversión porque les va a reportar beneficios, prestigio, reconocimiento y promoción".

Ángel Toral quiere destacar que la Q de Calidad Turística "no sólo persigue la calidad en el servicio que ofrece a sus clientes, sino también seguridad e higiene alimentaria, porque dentro de los requisitos que hay que cumplir, el apartado en este sentido es más exigente que la propia legislación".

Por su parte, Francisco Sánchez, gerente de El Cantábrico, se muestra orgulloso ante la obtención de esta distinción, para lo que han tenido que trabajar con el fin de cumplir todos los requisitos. "Es un prestigio tenerla y hay que mantenerla", afirma, haciendo referencia a que todos los años tienen que pasar controles y cada cuatro años hay que renovar la Q de Calidad Turística.

El Cantábrico, situado en avenida Cayetano del Toro, 21, tiene restaurante, buffet, cafetería y salón de celebraciones con capacidad para 250 personas. Fue fundado por el abuelo de Francisco Sánchez hace más de 60 años. "Después estuvieron mi tío y mi padre, y ahora yo, que lo regento desde 1994. Esto es algo generacional", comenta el actual gerente, quien añade: "Siempre hemos intentado avanzar. De hecho, somos los primeros en Cádiz capital en montar un self-service y un buffet. Estoy muy orgulloso de regentarlo porque es una herencia familiar, y siempre he intentado llevarlo de acuerdo a las características que quisieron darle mi abuelo, mi tío y mi padre. Es sacrificado, pero tiene sus frutos, y que un cliente salga satisfecho es lo más agradable".