En la tarde de hoy, la diócesis dejará atrás la conmemoración de los 750 años de historia; dejará, de este modo, de mirar al pasado con el objetivo de reivindicar el presente, para seguir el camino hacia el futuro. Un futuro que muestra ya el milenio de existencia en el horizonte. La conmemoración del 750 aniversario del traslado de la sede episcopal a Cádiz tendrá a las siete de esta tarde la clausura solemne, en el mismo escenario en el que se inauguró el Año Jubilar hace hoy justo un año: la Catedral.

Se cierra con esta función un año de celebración en torno a este 750 aniversario que deja en el Obispado un balance "muy positivo" de todo lo realizado. Empezando por la exposición que hasta finales de año se mantendrá abierta en la Catedral y que supone una de las apuestas culturales más importantes en décadas de la Iglesia diocesana, así como uno de los atractivos culturales y artísticos de mayor nivel que ha conocido la ciudad en estos últimos años. Una muestra, en definitiva, que casi por sí sola aprueba de forma sobresaliente esta conmemoración histórica.

La exposición 'Traslatio Sedis', abierta hasta final de año, destaca sobre toda la celebración

Desde el Obispado también se destaca la celebración del vía crucis diocesano que recorrió las calles de la ciudad el pasado 7 de julio así como la magna mariana que se celebró en junio en Ceuta, dos celebraciones externas de una parte importante de la Iglesia gaditana como son las cofradías y sus procesiones. Esto se ha unido a diversas conferencias y a una exposición itinerante "que han cumplido con su función de mantener viva la llama de esta conmemoración y llevarla a todos los rincones de la diócesis", explican fuentes de la comisión diocesana de este 750 aniversario.

Al margen de lo celebrado a lo largo de estos últimos doce meses, esta conmemoración va a tener una presencia permanente a través de las distintas publicaciones en las que trabaja el Obispado. La primera de ellas -el catálogo de la exposición Traslatio Sedis- lleva semanas disponible, con un detallado análisis de las piezas expuestas; y a ella se unirán otra serie de publicaciones "que no han dado tiempo todavía pero en las que seguimos trabajando para lanzarlas lo antes posible". Entre ellas, estaría un libro sobre la semblanza de personajes (obispos, sacerdotes, religiosos, seglares...) que ha dado la Iglesia diocesana en los siglos XX y XXI, "los herederos más recientes de nuestra fe", exponen desde el Obispado; otro libro sobre el arte diocesano; y el proyecto de misal ordinario de la diócesis que ya ha iniciado el largo proceso que deberá cumplir hasta su consecución, toda vez que entre otros requisitos tiene que ser aprobado por el Vaticano y luego adaptado a los criterios de la Conferencia Episcopal Española.

"La idea de programación que planteábamos desde la comisión diocesana del año jubilar era que la celebración no se limitara a la gente de la Iglesia, sino que se mostrara cómo también la historia de la Iglesia tiene un reflejo claro en la cultura y en el Cádiz que hoy conocemos", explican fuentes diocesanas, que a tenor de esto hacían ayer un balance "muy positivo" de este 750 aniversario. Además, se pone de relieve que esta celebración ha servido "para propiciar una toma de conciencia de la Iglesia diocesana, y un hermanamiento de Cádiz y Ceuta, que comparten obispo pese a ser diócesis diferentes". "Hemos mostrado que la Iglesia tiene mucho que ofrecer y de maneras muy diversas, por eso estamos bastante satisfechos de la conmemoración que mañana (por hoy) se clausura", concluían desde un Obispado que desde esta tarde camina hacia el milenio.