Cádiz afronta el principio del fin de su histórico cementerio de San José. Con dos siglos y cuarto de historia y clausurado para nuevos enterramientos desde enero de 1992, el Ayuntamiento ha aprobado la penúltima fase del desalojo de los restos que aún descansan en el camposanto. Tras ello quedará una última etapa que se iniciará en medio año, cuando todos los restos que aún queden bajo tierra, algunos enterrados desde hace más de un siglo, serán trasladados al camposanto de Chiclana.

Será entonces cuando se puedan acometer las obras de transformación del cementerio en un parque urbano. El Ayuntamiento ya cuenta con un proyecto con un coste superior a los 3 millones de euros. En un principio se confiaba en obtener fondos de la UE, a través del Plan Next Generation, lo que al final no ha sido posible, por lo que será necesario recurrir a fondos propios.

Este proyecto, el segundo que se diseña para la zona tras el que se elaboró, y nunca ejecutó, en la etapa de gobierno del PP, apuesta por ofrecer el mayor número de especies autóctonas, prevaleciendo las zonas verdes frente al cemento. Sí se dejará, como ya estaba previsto, un espacio para mejorar las instalaciones del vecino instituto del Drago. En el otro extremo no se descarta levantar un equipamiento para uso vecinal.

La ley de Memoria Histórica

La campaña que ahora se inicia, dentro del proceso incluido en la Ley de Memoria Histórica, tiene una duración de cuatro meses y un presupuesto de casi 40.000 euros, comprende la finalización de las cuadrículas B5, C5, C6 y la finalización de los sectores D y E de la fosa sur del Patio 1. En esta zona se espera encontrar los restos de las personas que fueron enterradas desde el año 1938 a 1941.

En concreto, en esta intervención, se trata de localizar los restos enterrados de 67 víctimas, de las cuales 36 fueron fusiladas y 31 fallecieron supuestamente por causas naturales en la prisión provincial.

Del total de intervenciones realizadas durante estos años, se han localizado 95 víctimas por arma de fuego y 39 han sido seleccionadas para el análisis de ADN con el objetivo  de localizar a víctimas que fallecieron en la Cárcel Real (que funcionaba como cárcel provincial aún en los años cuarenta). Por otro lado, se han tomado un total de 65 muestras de hisopados a familiares.

El concejal de Memoria Democrática, Martín Vila, ha explicado que "los hallazgos descubiertos el pasado mes de octubre, en la que pensábamos que iba a ser la última intervención, hicieron necesaria esta última actuación para dar por concluidas las tareas de exhumación después de más de seis años".

Vila destaca la necesidad de "realizar esta última fase de exhumación ya que es una forma de preservar del olvido la memoria colectiva, los acontecimientos ocurridos en Cádiz durante la represión franquista. Con esta actuación damos respuesta a las preguntas que se han venido haciendo las familias durante tanto tiempo y gracias a la cual podrán cerrar heridas". Prueba de ello, ha añadido el concejal, "son las 39 solicitudes con 51 familiares recibidas de localización y exhumación".

A ello se le unen los trabajos para localizar a dos bebés robados, atendiendo a una petición llegada al Ayuntamiento.

Miles de restos pendientes de exhumar

Una vez concluya este proceso, se comunicará a la Junta de este paso para así poder afrontar un trabajo igualmente complicado y delicado: la exhumación de los cientos, o miles, de restos que descansan bajo tierra en el viejo camposanto, y que la empresa pública Cemabasa trasladará al cementerio  mancomunado en Chiclana. Igualmente hay que desmontar y trasladar los últimos panteones que quedan en pie en Cádiz.

De esta forma, si no hay contratiempo alguno, a mediados de año terminará el proceso relacionado con la Memoria Histórica, iniciándose el desalojo de los resto del desalojo el cementerio. En este caso, aunque se actuará con el mismo cuidado de estos años, hay que tener en cuenta que todo lo localizado irá al cementerio mancomunado, sin necesidad de realizar pruebas de ADN o analizar las causas del fallecimiento. Los archivos del cementerio de San José son muy completos por lo que, salvo casos muy puntuales, se tienen localizados los nombres de todas las personas que fueron enterradas en su día bajo el suelo del camposanto.

Este proceso deberá estar terminado a lo largo de 2024, fecha en la que se podrá iniciar la construcción del nuevo parque público, si hay fondos para ello.

Este movimiento coincide con el importante avance que se está dando a la urbanización de las últimas parcelas que quedaban sin edificar en el vecino barrio de San José, en la zona popularmente conocida como los Chinchorros. Entre la iniciativa pública y la privada se anuncia la construcción de cerca de dos centenares de pisos.