La agresión sufrida por un profesor del IES San Severiano, al que una alumna lanzó el jueves una barra de hierro y luego abofeteó en desacuerdo con un examen, ha provocado la reacción y condena de los sindicatos de Enseñanza. Comisiones Obreras mostró su solidaridad con el docente y exigió a la Junta de Andalucía “medidas para que estos hechos no se vuelvan a repetir”. CCOO apuntó que la alumna en cuestión “es reincidente en este tipo de actitudes ya que hace un mes aproximadamente arrojó una silla durante las clases a otra profesora, habiendo sido sancionada tan sólo con tres días de expulsión”.

El secretario General del Sindicato de Enseñanza de CCOO de Cádiz, Sebastián Alcón, denunció que “estos hechos que si bien son puntuales ocurren regularmente, son consecuencia de la falta de recursos con que dota la administración a los centros. No es posible dar una atención personalizada al alumnado con problemas contando con aulas masificadas y con uno o dos orientadores como máximo poniendo de manifiesto el olvido de la atención a la diversidad que tan importante es en el caso de alumnos con conductas disruptivas como es el caso”.

Por ello, Alcón señaló la necesidad de apostar por la estabilidad de las plantillas, incrementar el número de orientadores y reducir la ratio por aula en los centros educativos andaluces como condición necesaria para garantizar la calidad de la enseñanza.

“Paralelamente –argumentó– es necesario que la Delegación Territorial de Educación ponga todos los medios jurídicos y psicológicos necesarios a disposición del profesorado del centro. Es parte fundamental de unas condiciones de trabajo saludables el que los trabajadores y trabajadoras se sientan seguros en el desarrollo de sus funciones”.

Críticas de CSIF

Por su parte, la presidenta del sector de Educación de CSIF Cádiz, Marian Avancino, consideró “totalmente intolerable que una alumna adopte una actitud tan violenta, por muy disconforme que esté con el criterio de dicho profesor”.

Para CSIF, “es lamentable que el profesorado, en general, se sienta totalmente desprotegido ante situaciones violentas casi a diario, sin que existan medidas verdaderamente eficaces para garantizar su seguridad”. Así, para Avancino, “es urgente y absolutamente necesario que la Administración articule las medidas oportunas para evitar este tipo de situaciones, que ningún profesional debe sufrir en el desarrollo de sus funciones de servicio público”.

CSIF defiende que la atención al profesorado “no debe reducirse a su defensa a posteriori”

CSIF entiende que el protocolo de actuación de la Administración educativa se ha puesto en marcha correctamente, “pero la atención al profesorado no debe reducirse a su defensa a posteriori, cuando los hechos se han llevado a cabo. La autoridad de los docentes no debe quedarse sólo en el papel y ha de contemplarse también en la práctica, en el día a día, para impedir que el alumnado (y a veces, sus familiares) se sientan impunes de resolver sus problemas de forma amenazadora y violenta”.