Los trabajadores de LTK, la empresa logística que ha cerrado su planta de Cádiz al cancelarse el contrato con la aeronáutica Alestis, tendrá hoy la segunda reunión en el proceso de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE) que ha presentado la compañía. La plantilla ha dejado clara su postura de que no va a firmar un ERE y sigue planteando que deben ser subrogados como ocurrió en Sevilla.

En estos momentos hay dos posturas extremas. La que ha puesto encima de la mesa LTK, que es un despido colectivo, y la que plantea la plantilla de que deben ser subrogados, para lo que tendrían que iniciar un proceso judicial.

Pero entre el blanco y el negro hay una trama de grises y otras posibles soluciones, como la que plantea Francisco Heredia, asesor de Comisiones Obreras. Para empezar, este sindicalista señala que lo primero que deben hacer las dos empresas afectadas, LTK y Alestis es tratar de sentarse para tratar de darle luz al conflicto.

Heredia afirma que la plantilla se encontraba inmersa en un ERTE y que, por lo tanto, se podría seguir aplicando pero bajo la modalidad de la suspensión del contrato: “Con ello se podría ganar tiempo porque lo importante es que los puestos de trabajo puedan permanecer”. Ese ganar tiempo puede servir para que, entre otras cosas, la situación en el sector vaya mejorando y vuelva la carga de trabajo.

Cabe recordar que la decisión de Alestis se produce cuando decide internalizar todo el trabajo logístico que llevaba a cabo LTK, pero Heredia cree que es una decisión “antinatura, porque todas las empresas aeronáuticas y otras como Navantia tienen esta función externalizada”.

Heredia cree que se debe llegar a un acuerdo para que se siga manteniendo un contrato que todavía estaba vigente y que fue cancelado de manera unilateral por Alestis a finales del pasado mes de octubre.El asesor de CCOO insiste en que las empresas tienen que reunirse para encontrar una solución y si esta no llega, quedará la vía judicial.