Brigada III, el turno fatídico
El equipo que acudió en un primer momento al Muelle es el mismo que ya actuó allí en agosto, en el fuego del edificio de viviendas de la calle Brasil o en el hundimiento del Vaporcito
16 de junio de 2011; se declara un virulento incendio en la calle Brasil. 30 de agosto de 2011; se hunde el Vaporcito en el Muelle. 9 de agosto de 2013; pequeño incendio en la cámara frigorífica del interior del Puerto. 8 de octubre de 2013; gran incendio de esta misma nave de Pleamar Frost. En líneas generales, estos son los sucesos más relevantes para el Cuerpo de Bomberos en los últimos años en la ciudad. Y por extraño que parezca, todos ellos tienen un elemento en común: la Brigada Tercera. Este turno (de los cinco que tiene el parque de bomberos de Cádiz) es el que ha coincidido de guardia en todos estos sucesos de importancia.
"Preferimos pensar que no somos una nube negra, sino que estamos tocados por los dioses", afirma Rafael, uno de los que conforman este equipo de doce personas, quien dice que a raíz de esta coincidencia hay cierta "envidia sana" entre el resto de compañeros "porque en casos así se aprende mucho".
Otro de los miembros de esta brigada recuerda otros casos en los que también han tomado parte, como las inundaciones que hubo en 2011, o algún que otro accidente de gravedad. "Eso son solo coincidencias", dice otro de los bomberos de esta brigada.
Del último de los grandes incendios en los que han actuado, las primeras valoraciones que realizan estos miembros de la Brigada Tercera es que "terminamos muy cansados". Los turnos de doce horas empleados en la fábrica de hielo, las altas temperaturas en el interior del edificio y la carga de equipos, mangueras y otros elementos provocó un importante desgaste entre estos bomberos. "Ha habido secuelas de este servicio en el personal. En los pies, en los hombros, pequeñas quemaduras...", cuentan en el interior de Parque mientras realizan algunas prácticas con mangueras y equipos, reconociendo que esta última actuación ha provocado una "gran carga de stress y física". "Pero para eso estamos, así es nuestra profesión", se apresura a decir Bienvenido.
Todos coinciden en señalar que el último de los incendios ha sido el más trabajoso. Pero en la mente de esta brigada está el del edificio de la calle Brasil. "Fue un milagro que allí no pasara nada", recuerda Rafael, que califica esta actuación como el servicio "más potente" al que se han tenido que enfrentar. Él mismo se encargó de las tareas de evacuación del edificio, donde Ignacio recuerda que se vivieron "muchas situaciones dantescas".
Pero de todos estos casos, lo que se destaca es la experiencia que acumulan y los conocimientos que adquieren como bomberos estos miembros de la Brigada Tercera. "Allí se aprende en un momento mucho más que en horas de teoría y prácticas", indica uno de ellos.
A la espera de una próxima emergencia de consideración, Andrés, Bienvenido, David, Mario, Paco, Rafael, Paqui, Pepe, Flequi y Bolaños sigue entrenando y preparándose día a día, como el resto de equipos. Pero ellos son la Brigada Tercera. El turno tocado por los dioses.
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