Cádiz

Bienes de necesidad para salvar la crisis

  • La telefonía móvil, internet y el i-Phone salvan a algunos comercios de la crisis

Este año pasará a la historia por la crisis económica. Una crisis económica cada vez más asumida, incluso antes que el gobierno se decantara por utilizar esta palabra. Una crisis asumida porque nuestros bolsillos lo percibían, nuestras vacaciones también y que afectaba a todos los sectores.

Sin embargo, la realidad es que no afecta a todos por igual, al menos en apariencia.

Es el caso por un lado, de quiénes se dedican a la venta de tecnología, sobre todo móviles e internet. Tecnologías que la sociedad ha interiorizado en su vida cotidiana hasta el punto de convertirlos en un bien de primera necesidad y el verano, con todo lo que arrastra (turismo), está originando que este tipo de comercios no noten la crisis, sino que naveguen con viento a favor.

En Cádiz, en un comercio de la avenida (dedicado a este sector) durante todo este verano parece que no hay crisis. Están haciendo la mejor caja de todo el año, e incluso superan a la del año pasado. "Hay listas de espera para comprar el i-Phone 3G, les da igual pagar hasta 300 euros. Me llegaron diez y ya están vendidos. Y los móviles e internet lo mismo. Es verano, hay turistas; además la gente tiene ganas de estar en la calle, pasear o suben de la playa y a las siete todo la avenida se llena y también la tienda. Estamos cerrando a las nueve de la gente que hay".

Por otro lado, se puede encontrar a pequeños comercios que se dedican a productos de primera necesidad que aunque perciben la crisis se mantienen a flote porque ofertan productos indispensables. El pan o los medicamentos constituyen un buen ejemplo.

"Se nota la crisis, claro que se nota, el cliente va buscando todas las ofertas, pero sigue comprando porque tiene que comprar". Explica José Lojo de la Panadería Pepe Lojo, donde ya rezan carteles: "2 barras de pan a 1 euro, 5 pulguitas a 1 euro".

Igualmente opina Manuel Barrios de la panadería Los 3 Hermanos: "No notamos tanto la crisis, porque nuestra clientela es diaria, compra siempre lo mismo, pero sí es cierto, que ahora sólo compra pan".

Las prescripciones médicas (es decir las recetas) constituyen un cliente fijo para las farmacias que tampoco perciben tanto la mala situación económica . "No observamos tanto los efectos de la crisis porque quiénes vienen lo hacen con receta y prescripción médica. Sí es cierto que se nota en los productos de parafarmacia y en la puericultura", explican en la farmacia San Francisco.

Y un caso curioso lo constituyen las librerías (no son bienes de primera necesidad), ya que algunas no divisan la crisis como en QiQ del grupo Quórum, donde Teresa García aclara que "no la advertimos, ni siquiera en la actitud del cliente, y es que además para leer tampoco hace falta comprar libros caros de tapa dura, sino que los hay muy buenos de bolsillos, donde esperando 6 meses puedes leer las novedades".

El otro extremo podría ser la Librería Raimundo donde sí se han percatado de los efectos de la crisis, pero tampoco tanto, porque como tiene mucha literatura de la ciudad, productos para el turista, el visitante los salva.

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