Aznar describe la nueva América desde "Cádiz, el punto de partida"

acto de la faes en cádiz Una nueva mirada a América Latina

FAES, la fundación ideada por el ex presidente, presenta en el Oratorio de San Felipe una optimista reflexión sobre los pasos de Iberoamérica lamentando que España haya "erosionado sus activos"

Aznar, junto a Teófila Martínez, García-Margallo, Zarzalejos y Miguel Ángel Cortés.
Aznar, junto a Teófila Martínez, García-Margallo, Zarzalejos y Miguel Ángel Cortés.
Pedro Ingelmo / Cádiz

11 de abril 2012 - 01:00

FAES, las siglas que significan algo tan frío como Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales, es un proyecto personal del presidente José María Aznar con casi dos décadas de existencia, concebido a imagen y semejanza de los lobbys estadounidenses. Es una organización que vende influencia. Ayer, en Cádiz, en el Oratorio de San Felipe Neri, un lugar escogido por la potencia simbólica que le otorga que allí se promulgara una Constitución de la que este año se cumplen 200 años y a los que los políticos -con más o menos sinceridad- le atribuyen poderes demiúrgicos que sorprenderían al doceañista más pintado, FAES exhibió su poderío. Ex ministros, disidentes cubanos, embajadores y cónsules asistieron a la presentación de la nueva edición América Latina. Una agenda de libertad 2012. Aznar estuvo presente. Dijo: "Cádiz es el punto de partida histórico de una comunidad atlántica anclada en los valores y aspiraciones que definen la modernidad política".

En este Oratorio de tantas simbologías religiosas, un lugar litúrgico de la libertad, Aznar enlazó historia y presente para afirmar que "aquí la moderna nación política española fue enunciada. En este lugar se dio aliento a las grandes transformaciones liberales que pronto fueron origen de las naciones americanas".

Previamente, Miguel Ángel Cortés, director del estudio de la FAES, había expuesto lo que significa esta reedición de un proyecto iniciado en 2007 y que tenía como objetivo potenciar democracias liberales en América Latina frente al empuje de lo que se ha llamado "socialismo del siglo XXI" y que tuvo su origen en el bolivarismo de Hugo Chávez y su ancestro en la Cuba de Fidel Castro. Cortés es uno de los artífices de haber resumido en cien páginas las aportaciones de "1.400 personas y cien instituciones". Cortés definió el resultado como "orteguiano" en referencia a aquella frase del filósofo Ortega y Gasset: "América es para España la primera responsabilidad y la mayor oportunidad".

El actual ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García- Margallo, se encargó de reflejar los cambios que se han producido en estos cinco años, entre la primera y la segunda agenda de la libertad americana. "En 2007 España crecía más que los países de Iberoamérica, sumergidos en lo que se conocía como la década perdida; España navegaba en Europa y se fraguba la Constitución europea de Lisboa; Iberoamérica buscaba alianzas con Europa para desembarazarse de su dependencia de Estados Unidos..." ¿Y en 2012? Todo ha cambiado, admite García-Margallo. "Ahora Iberoamérica crece más que nosotros; sus procesos de integración crecen más rápido que los que en Europa se contemplan en Bruselas o Estrasburgo; y Estados Unidos pierde influencia e Iberoamérica mira más a Asia, al Pacífico. En muy poco tiempo, China será el segundo socio de América Latina por delante de Europa". Estamos perdiendo peso, fue el mensaje de Margallo, por lo que considera que en la Cumbre de jefes de Estado que se celebrará en Cádiz el próximo noviembre "seríamos muy torpes si no supiéramos utilizar nuevas estrategias".

Aznar ahondó en esta nueva situación lamentando "la erosión de nuestros activos" al otro lado del Atlántico. Dibujó un panorama optimista para las opciones defendidas por FAES. "Hace cinco años existían dos modelos antagónicos en pugna: uno basado en la vigencia del Estado de derecho y otro amparado en lo que se conoce como socialismo del siglo XXI. Hoy, el primero ha pasado de modelo a paradigma y el segundo ha pasado de modelo a excepción (...) la región no se ha dejado engañar por esos espejismos". Cortés ya había realizado el diagnóstico: "El socialismo del siglo XXI (esto es, Cuba, Bolivia, Nicaragua, y, sobre todo, Venezuela) tiene hoy mucha peor salud que hace cinco años". Y esto es especialmente válido para el impulsor de esa nueva tendencia, Hugo Chávez, tratado en la Cuba de Castro de un cáncer del que aún no se conocen las dimensiones ni las consecuencias. Esto tiene su importancia. El documento presentado ayer en Cádiz alerta de "séquitos personales o de plataformas de tipo caudillista, que no tienen continuidad después de las elecciones". No hace falta nombrar al paladín del 'bolivarismo' para saber a quién se refiere el informe. El chavismo no existe sin Chávez. Pero hay que reconocer que FAES, en el acto de ayer, evitó cualquier referencia personal y concreta a ningún país. La expresión era generalista, aunque en todo momento se sabía de quién se estaba hablando, aunque Cortés, en un momento, mencionó expresamente a Venezuela y Argentina a la hora de hablar de seguridad jurídica. La posible nacionalización de la multinacional española Repsol en Argentina se enlaza rápidamente con la insinuación. "¿Por qué venezolanos y argentinos no pueden elegir opciones con posibilidades de ganar que defiendan y representen valores y principios semejantes a los que defiende en España el Paritdo Popular?"

El ex presidente Aznar construyó el acto desde un punto de vista institucional. Para el acto, criticado por PSOE e IU por celebrarse en el Oratorio que alumbró la Constitución del Doce, podría decirse lo mismo que Aznar dijo del documento que se presentaba: "No es partidista, pero sí es político porque tiene una pretensión política: la de facilitar una unión políticamente eficiente alrededor de principios de la democracia liberal".

Esos principios son los que Aznar considera su herencia, que, a su vez, es la herencia legada por Adolfo Suárez, el espíritu de la Transición, al que hizo mención expresamente como ejemplo de figura crucial de nuestra Historia contemporánea. A continuación, Aznar hizo una reseña de su etapa como ejemplo de prosperidad y de fortaleza en las relaciones con América. No mencionó a su sucesor, Rodríguez Zapatero. Solo dijo: "El daño ha sido muy profundo. Recomponer esos activos esenciales no será tarea sencilla y los resultados no serán inmediatos".

stats