El Azamara Onward pasará por el dique de Navantia de Cádiz a finales de este año

El crucero de la naviera con sede en Florida permanecerá en el astillero gaditano entre los días 7 y 12 de noviembre

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El Azamara Onward
El Azamara Onward

El jefe de Operaciones Marinas yTerrestres de la naviera Azamara Cruises, Nico Corbijn, contó ante los medios especializados que su compañía tiene programado el paso de los cuatro buques que conforman su flota por el dique seco programado a lo largo de este 2024.

Según el nuevo Informe de renovación y dique seco de 2024 de Cruise Industry News , el Azamara Quest está programado para atracar en Ámsterdam del 28 de julio al 10 de agosto, luego seguirá el Azamara Pursuit en Marsella del 26 al 31 de agosto, el Azamara Journey en Atenas desde del 9 al 13 de septiembre. El cuarto de los buques de esta naviera de pequeños cruceros de lujo que pasarán por dique a lo largo de este año será el Azamara Onward. En este caso, la naviera con sede en Florida ha elegido el astillero de reparaciones de Cádiz para llevar a cabo una revisión que tendrá lugar entre los días 7 y el 12 de noviembre. Por el número de días programados todo hace pensar que no se tratará de una reforma o reparación importante sino que, con toda seguridad, llevará a cabo en Cádiz una especie de ITV para así intentar ponerse en funcionamiento lo antes posible.

Se da la circunstancia de que ninguno de sus barcos pasó por dique seco a lo largo de 2023, por lo que se ha encontrado con toda su flota pendiente de la revisión que le impone la normativa internacional.

A pesar de ello, Corbijn comentó que durante el año pasado tan sólo pasaron por reparaciones rutinarias y preventivas, mantenimiento así como revisión de los motores principales en función de las horas de funcionamiento acumuladas.

“En 2024, los diques secos incluirán limpieza y pintura de casco, inspecciones submarinas, inspecciones de estabilizadores, timones, hélices y hélices de proa. También actualizaremos y renovaremos algunos equipos y maquinaria que se acercan a su vida útil confiable”, dijo el jefe de Operaciones Marinas y Terrestres de la Naviera.

La compañía trabaja ya en firme en aumentar la sostenibilidad de sus sistemas de motores

“También estamos optimizando la eficiencia del combustible de nuestras embarcaciones modernizando sus niveles de consumo así como aplicando ideas que conllevan un menor consumo de energía y un mejor trato con el medio ambiente como puede ser la aplicación de pintura de silicona al casco para reducir la resistencia a través del agua”.

A su vez, en cuanto al sistema de calefacción, ventilación y aire acondicionado “se van a reemplazar unidades enfriadoras más antiguas por otras más eficientes actualizando las unidades de control y distribución de manejo de aire, y actualizando nuestros sistemas de iluminación y atenuación”, según Nico Corbijn.

De esta manera, si no hay cambio de planes de última hora, Navantia-Cádiz ya cuenta con la reserva de dique para el 7 de noviembre, para una estancia de cinco días, que será el período en el que el Azamara Onward permanecerá en el astillero gaditano para someterse a las reparaciones programadas.

Esta compañía se fundó en 2007 con el nombre de Azamara Cruises y fue refundada en 2009 bajo su nombre actual. Los barcos fueron ampliamente renovados de 2012 a 2013 y 2018, respectivamente.La compañía actualmente tiene 4 cruceros, el Azamara Quest,Azamara Onward, el Azamara Journey, y el Azamara Pursuit.

Lujo a la carta a bordo de los cruceros de la naviera Azamara

No ofrece ni grandes fiestones ni bailes a deshora. Los buques de Azamara “venden” tranquilidad, lujo y buenas instalaciones. No son buques que se caractericen ni por sus metros de eslora ni por sus modernidades. Basta ver las dimensiones de sus bibliotecas, un servicio que en un crucero de los más populosos suele ocupar no más de cinco metros cuadrados. Allí, sus clientes buscan tranquilidad y agradecen la casi nula presencia de niños o grandes y jóvenes pandillas a bordo. También es cierto que la edad media de sus pasajeros suele superar los 60 años, de ahí que ni cuente con piscina de olas, rocódromos o grandes toboganes o que su gimnasio sea más usado por la propia tripulación que por sus pasajeros. Eso sí, cuenta con un servicio médico muy preparado para cualquier dolencia más propia las personas de avanzada edad que optan por este tipo de barcos. También huye de los self services, ya que sus clientes no gustan de hacer colas. Prefieren el lujo y buen servicio de una preparada plantilla de camareros que les atienden en cualquiera de sus muchos restaurantes de a bordo.

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