Si se cumplen las previsiones, la intención del Ayuntamiento es culminar la búsqueda de los bebés robados en el cementerio de San José el próximo mes de octubre. Lo cierto es que es una operación muy delicada, muy minuciosa, por lo que establecer un calendario resulta siempre complicado. Ya en su día el teniente de alcalde de Memoria Histórica, Martín Vila, indicó que para el gobierno municipal era una prioridad esta búsqueda.

A la misma se ha llegado tras un convenio alcanzado entre la asociación y el Ayuntamiento, que ha cedido al arqueólogo municipal, que trabaja intensamente en esta operación. Para ello se cuenta también con los registros del cementerio de la capital, muy amplios y con dinero público.

La búsqueda iniciada el pasado mes de octubre en 42 sepulturas supone la operación más extensa que en sobre esta cuestión se realiza en todo el país, pues en la mayor parte de los casos se ha centrado en casos individuales.

Hay que tener en cuenta que el cementerio de San José lleva cerrado a nuevos enterramientos 25 años y que en este periodo de tiempo se han desalojado todos los restos que descansaban en los nichos y en los panteones. Queda por retirar todos los enterramientos que hay bajo tierra y que se cuentan por decenas de miles.

Junto a las sepulturas de los bebés robados, está también pendiente realizar una búsqueda de los restos de quienes fueron fusilados tras el golpe militar de 1936. Aunque en este caso no hay una cifra concreta se calcula que ésta puede superar las 400 víctimas. El mayor problema es que la mayoría se encuentran enterradas en las dos o tres fosas comunes existentes en el camposanto por lo que la localización de los restos se prevé complicada.