El Ayuntamiento exige obras de seguridad en el Molino Santibáñez ante su estado precario
La junta de gobierno local ordenó ayer a la empresa propietaria del molino de Santibáñez la ejecución de obras de seguridad en el viejo complejo salinero, el más cercano al término urbano de la capital. Junto a la necesidad de realizar obras de mantenimiento, el Ayuntamiento también requiere a la propiedad el derribo de todos los elementos constructivos que no tienen valor histórico y cuyo mantenimiento puede suponer un peligro de derrumbe.
En la misma junta de gobierno se aprobó la imposición de una multa de 3.000 euros a la propiedad del Garaje América por no atender a los requerimientos de ejecución de obras de seguridad en este inmueble.
Según el Instituto Andaluz de Patrimonio, el molino de mareas que limita a levante con la salina de Nuestra Señora de los Dolores y con las salinas de Roquetas y Preciosa a sur y poniente, data del siglo XVII. Es un molino de tres piedras, planta en L con estanque de grandes dimensiones, compuertas aliviadoras y tres arcos con cubo para las ruedas motrices está dispuesto perpendicular al caño de entrada de agua y construido en bloques de piedra ostionera. De él se conservan dos piedras de molino, una solera y otra corredera de piedra. En la actualidad, se encuentra en un estado de conservación bastante deteriorado.
En situación similar se encuentra el Molino del Arillo Arillo, que se salvó de la ruina gracias a una actuación de urgencia realizada por el Ayuntamiento hace ya unos años. Este complejo está inmerso en un litigio sobre quién es el causante de su precario estado. La administración ha reclamado de forma insistente a sus propietarios la realización de obras de mejora.
En la misma junta de gobierno se aprobó la imposición de una multa de 3.000 euros a la propiedad del Garaje América por no atender a los requerimientos de ejecución de obras de seguridad en este inmueble.
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