Más huecos para aparcamientos, pero esta vez gratuitos. Es la pretensión del Ayuntamiento tras crear nuevas bolsas de estacionamiento con la zona naranja junto a la terminal ferroviaria. Y para ello se quiere contar con la colaboración de las otras administraciones, la Junta de Andalucía y el Estado, que al fin y al cabo son las que cuentan con los mayores terrenos sin uso alguno en la ciudad.

La intención del gobierno de José María González es que los solares de San Severiano (donde se iba a construir la Ciudad de la Justicia), Construcciones Aeronáuticas (destinado al Hospital Regional de Cádiz), Navalips (en la Glorieta de la Zona Franca) y la Subdelegación del Gobierno, se utilicen como estacionamiento gratuitos con un carácter claramente disuasorio. Para ello, lógicamente, se necesitará de la participación de estas administración con la cesión y adaptación de estos terrenos, especialmente en la parcela donde el Estado pretende construir un complejo de oficinas junto a la plaza de la Constitución pues es un terreno con muchos desniveles.

Hay que tener en cuenta que todos estos terrenos se encuentran sin uso alguno desde hace años, décadas incluso. Sólo el de CASA ha sido utilizado en algunas ocasiones cuando han llegado espectáculos circenses a la ciudad. El resto, nada.

El objetivo es dar servicio a los usuarios de los vehículos sin la necesidad de aparcar en las zonas azul o naranja que, por sus propias características, tienen una limitación de tiempo de aparcamiento, para facilitar la movilidad como ocurre en la mayor parte de las ciudades que tienen esta modalidad de estacionamientos.

Aunque no se pueden elegir solares más estratégicos en la trama urbana, porque simplemente no existen, se considera que los elegidos están bien situados sobre todo ante la proximidad de la temporada estival y la relativa cercanía a las playas de Puerta Tierra. En el caso del posible aparcamiento en los terrenos de la Subdelegación del Gobierno (que ya tiene un cerramiento adecuado), su valor es la cercanía al casco histórico de la ciudad como equipamiento disuasorio para evitar la entrada intramuros en vehículo privado.

Evidentemente, este uso, si se consigue, tendrá un carácter provisionalmente pendiente de que tanto el Estado como la Junta de Andalucía sean capaces de dar un nuevo uso a estos grandes espacios urbanos