Autoridad Portuaria y Navantia viajan de la mano en busca de clientela

El resultado está a la vista. Detrás de cada escala de un crucero en Cádiz se encuentra una labor comercial en la que van de la mano la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz y los gestores de Navantia.

El último crucero en entrar en el dique de la factoría de reparaciones de Navantia-Cádiz ha sido el MeinSchiff2, de la compañía TUI, que, desde el pasado 1 de noviembre, se puso en manos de los trabajadores de Navantia en una varada convencional con trabajos de mantenimiento regulares y centrados en los de pintura del casco exterior.

Así, tal y como el último de los de la Royal Caribbean abandonaba el dique gaditano de reparaciones, en cuestión de horas aguardaba ya amarrado al puerto este de la TUI que permanecerá en boxes durante seis días, es decir hasta el jueves que viene.

Muy cerca de él también se encuentra en Navantia, desde el día 24, el buque Rickmers Malasya, de la compañía alemana Rickmers Reederi, que abandonará Cádiz en las próximas horas. Rickmers está considerada una de las más prestigiosas en el mercado de portacontenedores.