Estudios universitarios

El gaditano Arturo García Cárdenas obtiene un reconocimiento académico

  • La Universidad Complutense le distingue con el Mejor Expediente en el Grado de Desarrollo de Videojuegos

Arturo García Cárdenas, durante su discurso el día que recibió el premio del Mejor Expediente Académico.

Arturo García Cárdenas, durante su discurso el día que recibió el premio del Mejor Expediente Académico. / DC

El gaditano Arturo García Cárdenas recibió hace unas semanas el Premio al Mejor Expediente Académico tras haber realizado un novedoso Grado de Desarrollo de Videojuegos de la Facultad de Informática en la Universidad Complutense. Para ello tuvo que hacer incluso un discurso muy emotivo en esta universidad en el que pudo hacer gala de ser un buen comunicador.

García Cárdenas ha encontrado en esta carrera universitaria la horma de su zapato porque siempre desde pequeño le han llamado mucho la atención los videojuegos y le ha gustado trastear con los programas informáticos. Cuando supo que se había creado este grado “fui de cabeza”, aunque eso supusiera salir de lo que él llama su zona de confort y tener que dejar su casa para desplazarse a Madrid para realizar la carrera universitaria.

Arturo García Cárdenas ha sido acabar su carrera y empezar a trabajar casi del tirón: “En el sector de la Ingeniería Informática hay mucha empleabilidad y la verdad es que empecé a echar currículum” hasta que ha sido contratado en la empresa Péndulo Studios.

Allí se encuentra en el departamento de Jugabilidad, que tal y como él mismo explica, “se encarga de toda la parte interactiva del usuario y los mecanismos del juego”. En concreto ha estado trabajando en el juego ‘Alfred Hitchcock Vértigo’, que es una adaptación para videojuegos del clásico del mago del suspense.

Su buen rendimiento académico explica que se debe a la combinación de dos factores: “Por un lado siempre he intentado sacar las mejores notas posibles y me ha gustado estudiar pero también ha contribuido que cuando vas a formarte en algo que te apasiona, es mejor todavía”.

Su vida en Madrid fuera del trabajo tiene mucho de jugar a videojuegos, disfruta viendo series y para romper con el sedentarismo de la oficina teniendo alguna actividad física. De su abuelo y de su padre, ambos Martín José, también ha heredado su pasión cadista.

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