En La Carnicería de Cádiz, que regenta Adrián Páez, en el número 9 de la calle Emilio Castelar, en el barrio de Astilleros, los clientes guardan las distancias. No es fácil porque el establecimiento es pequeño, pero están concienciados con la situación que ha provocado la epidemia del COVID-19. De tres en tres se alinean ante una vitrina que ofrece suculentos manjares. Fuera, bajo el toldo y aunque llueva, espera su turno el resto de la clientela.

Toca abastecerse de alimentos básicos. El pollo es el producto estrella en tiempos de aislamiento. Junto a la carne de cerdo, que como señala Páez, "son los dos más demandados". Y ante la necesidad de los usuarios de acopiar alimentos, por un lado, y el peligro que suponen para un posible contagio las aglomeraciones de público, por otro, la carnicería ha puesto en marcha una aplicación móvil para realizar las compras sin tener que personarse en el local. "La aplicación móvil limita el abanico de productos para garantizar el abastecimiento de todos sus pedidos y llegar a todos los hogares", destaca Páez. El servicio es gratuito, en el mismo día, y posibilita que los clientes puedan acceder desde su móvil a estos productos sin contraer riesgo de contagio del coronavirus. 

El servicio es gratuito y la entrega se realiza el mismo día

La aplicación estuvo en pruebas hace un mes pero se lanza ante la coyuntura actual. Está disponible para la descarga en Google Play y Apple Store como 'La carnicería de Cádiz', y se puede también acceder a su descarga en su web lacarniceriadecadiz.com.