Atentos al próximo mes de mayo. José Blas Fernández celebrará entonces su 25 aniversario como concejal del Ayuntamiento de Cádiz. Es ya el edil con mayor antigüedad en el cargo de toda la historia de la corporación gaditana y más si nos circunscribimos a las etapas democráticas.

Atentos a este aniversario porque podría haber sorpresa en San Juan de Dios. Decepcionado por cómo le ha tratado una parte de la dirección de su partido, que sorprendentemente le ha descabalgado de la candidatura al Senado para las elecciones del 9 de marzo próximo, a pesar de encabezar la lista de senadores con mayor capacidad de trabajo y de control al Gobierno del PSOE, José Blas Fernández está meditando de forma muy seria sobre cuál va a ser su futuro en la política activa y, sobre todo, en el Ayuntamiento. Y en esa reflexión caben todas las posibilidades, incluido las más radicales.

Considerado como uno de los puntales del PP municipal desde su llegada al poder en Cádiz en 1995, su no inclusión en la lista del Senado además de provocarle una profunda desilusión, según destacan en su entorno ya que él ha optado por no hablar "por el momento", ha sacado a la luz la que desde diversas fuentes del Partido Popular gaditano consideran como un "ataque directo contra la línea de flotación del equipo de gobierno de Teófila Martínez".

Cargarse a José Blas Fernández, provocar su desilusión por lo que durante un cuarto de siglo ha sido su pasión como servidor público, a la vez que mimar a jóvenes ediles con escasa experiencia en labores directa de gestión en detrimento de los más veteranos , forma parte de "una sutil venganza contra Martínez tras conseguir auparse al primer puesto de la lista del PP para el Congreso de los Diputados", afirman las mismas fuentes que constatan que estas maniobras han sido tejidas desde el PP provincial por Antonio Sanz y desde el regional por el mismo Javier Arenas, "que apenas se hablan con Teófila".

De esta forma, lo que no ha conseguido el PSOE gaditano, con una oposición casi inexistente y centrada únicamente en la figura de su portavoz, Rafael Román, y los gobiernos socialistas que durante años han puesto zancadillas a la gestión municipal, lo van a conseguir desde el propio partido conservador: socavar la imagen pública de la alcaldesa y dañar la unidad de su grupo de gobierno.

Lo cierto es que Teófila Martínez ha mostrado en numerosas ocasiones su confianza en José Blas Fernández. Nada tiene que ver con su salida del Senado hasta el punto que tanto ella como, especialmente, Jorge Moreno, intentaron hasta última hora evitar el error de la dirección del PP. En un grupo municipal tan plano como el actual, la capacidad de gestión de Fernández, en una concejalía tan desagradecida como la de Hacienda, lo agradece especialmente la alcaldesa.

Pero no es el incierto futuro del veterano concejal el único problema con el que se puede encontrar Martínez en los próximos meses. Las ambiciones de una parte de los ediles más jóvenes y recién llegados a San Juan de Dios, que ya son incluso candidatos al Parlamento o a la Diputación, choca con la que mantienen concejales veteranos que han visto como los compromisos por entrar en las listas de las andaluzas no se han cumplido. Los más ambiciosos entre los 'nuevos' han sabido arrimarse a la sombra del presidente provincial del PP, José Loaiza, y de Jorge Moreno, mano derecha de Teófila, apaga fuegos municipal y coordinador del equipo popular y cuyo poder es criticado, ciertamente en tono muy bajo, por algunos de sus compañeros de partido. El grupo de los 'nuevos' ha chocado en más de una ocasión con alguno de los históricos, sobre cuya gestión ha labrado Martínez parte de sus éxitos electorales.

Con todo, lejos está el PP de San Juan de Dios de repetir conflictos internos como los que tuvo que soportar Carlos Díaz en su última etapa como alcalde socialista. Quienes protagonizaron el fallido golpe de mano contra su persona eran, en su mayoría, políticos con un evidente calado. Ahora, por contra, el grupo del PP tiene en su mayor parte un perfil medio e, incluso, bajo que obliga en algunas ocasiones a Martínez a redoblar su propio trabajo.

Por si fuera poco, una vez se celebren las elecciones generales y autonómicas del 9 de marzo, la alcaldesa tendrá que afrontar algunos cambios en su equipo de gobierno si se confirma la lógica salida de Urbanismo de José Loaiza, cada vez más metido en la política provincial.

Loaiza tiene un papel relevante en el PP andaluz lo que va a obligar a la alcaldesa a buscarle una concejalía de bajo perfil y fácil de llevar, todo lo contrario de Urbanismo. La precampaña se ha convertido en un ejemplo de como cuestiones ajenas a San Juan de Dios han absorbido demasiado tiempo al primer teniente de alcalde, cuando la ciudad sigue inmersa en la polémica de Plaza de Sevilla y en la lenta elaboración del nuevo Plan de Ordenación.

Tendrá que hilar fino la alcaldesa para cerrar un equipo de gobierno combativo.

Un alto cargo del PSOE andaluz comentaba en este Diario hace unas semanas que Teófila Martínez sería alcaldesa todo el tiempo que ella quisiera. El Bicentenario es la meta que la política popular se plantea por el momento y en la que trabaja desde hace ya una década. No va a permitir Martínez que soterradas disputadas internas ni celos de altos cargos de su formación, afecten al desarrollo de proyectos que ella ha impulsado, como la recuperación del castillo de San Sebastián.

A quienes la conocen no se les ha escapado que en los últimos meses la alcaldesa haya atemperado su capacidad para enfrentarse con las administraciones socialistas. Sin duda ha descubierto que las inversiones comprometidas por éstas beneficiarán a la ciudad, primero, y al Ayuntamiento, después. Sólo falta que en el PP le dejen trabajar.