Construido en 2009 en el astillero Armón de Vigo por orden de la Secretaría General del Mar bajo el último mandato de José Luis Rodríguez Zapatero como un buque escuela náutico-pesquero y con la formación y la cooperación internacional en pesca como principales fines, el Intermares cesó su actividad en 2011 y quedó amarrado en El Ferrol.

En primavera del año pasado se conocieron los planes de reactivación del buque en el astillero también gallego de Nodosa en Bueu (Pontevedra). Ahora, bajo el nombre de A-41 Intermares, la propiedad conjunta del Ministerio de Defensa y el de Agricultura, Pesca y Alimentación y el mando de la Armada Española, este barco de casi 80 metros de eslora retomó el pasado verano la actividad para la que fue concebido, añadiendo una más: la de buque escuela de la flota militar durante seis meses al año.

Desde ayer y hasta el viernes, el A-41 Intermares estará atracado en el Muelle Marqués de Comillas del Puerto de Cádiz, donde se están desarrollando charlas, talleres y visitas en colaboración con el Campus de Excelencia Internacional del Mar (CEI-Mar) de la Universidad de Cádiz (UCA).

Dispone de un barco para capturas, una sala de procesado y dos laboratorios científicos

Esta mañana abrió sus puertas a los medios de comunicación en una visita guiada por Pilar Vara del Río, subdirectora general de Protección de Recursos Pesqueros del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; el comandante del buque, el capitán de corbeta Juan Carlos Muñoz-Delgado Pérez y el coordinador del CEI-Mar, Juan José Vergara. Después de zarpar de Vigo y recalar en Cádiz pondrá rumbo a Las Palmas.

El buque transporta en su cubierta de popa un pesquero de 15 metros de eslora y 40 toneladas de desplazamiento que sólo se arría en puerto y sirve como aula para el adiestramiento en diversas técnicas pesqueras.

El interior del A-41 Intermares alberga, además, una auténtica factoría de procesado de pescado, con líneas para el eviscerado y limpieza del fresco, pero también para la elaboración de conservas y ahumados y sus correspondientes bodegas y cámaras de congelación. Además, dispone de aulas de formación con maquinaria naval real y maquetas.

La vertiente científica e investigadora la cubren dos laboratorios, uno húmedo y otro seco, perfectamente equipado el primero con un robot submarino para la toma de muestras y con cromatógrafo, autoclave y hornos, entre otro utillaje, el segundo. En ellos se realizan las pruebas y análisis necesarios para determinar la calidad y el estado de las capturas.

Esta mañana acogió una reunión del sector del cerco, varios encuentros científicos y la visita de colegios

No hay actividad a esta hora de la mañana ni en la planta de procesado ni en los laboratorios, pero sí mucha en la cubierta –el barco tiene cinco– que alojan las aulas y las salas de reuniones. De hecho, en una de ellas se está celebrando una con representantes del sector del cerco y del Ministerio y en otra, un encuentro de investigadores del CEI-Mar. Mientras, arriba, los alumnos de un colegio gaditano descubren los entresijos del buque.

El barco tiene una dotación de la Armada compuesta por 35 personas que lo marinarán 365 días al año y durante medio año servirá de buque escuela para aspirantes a suboficiales o para los alumnos de Especialidades de la Antonio Escaño o de La Graña y de la Escuela Naval de Marín, explica el comandante.

Pilar Vara del Río, por su parte, resalta que la intención de la campaña que están desplegando desde que ambos ministerios llegaron a acuerdo es dar a conocer el buque a distintos sectores que puedan estar interesados en el mar, en su explotación y en su conocimiento con el fin de elaborar un apretado programa de actividades de cara al próximo año.

Juan José Vergara aclara que fue el Ministerio el que se puso en contacto con el CEI-Mar, que no dudó en aprovechar la actividad. “Hay muchos públicos-diana, desde alumnos de Bachillerato de toda la provincia –unos 150– de Ciencias del Mar y Ambientales –unos 60–, de masters como el de Acuicultura y Pesca o el de Gestión portuaria y logística de transporte y de doctorado como el de Oceanografía”, resumió el coordinador del campus de excelencia.

Vergara destacó la satisfacción de todos los asistentes, “lo que dice mucho del interés y la capacidad tecnológica de este barco, fuera de alcance de muchos centros”. La UCA prevé seguir contando con su colaboración en adelante.