Trucos para volver al trabajo con estilo
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Septiembre marca siempre un punto de inflexión. Las vacaciones se terminan, la rutina laboral vuelve a ocupar el calendario y, con ella, la sensación de que el verano se apaga demasiado rápido. Sin embargo, no tiene por qué ser así, la vuelta al trabajo puede convertirse en una oportunidad para renovar la imagen, mantener el espíritu fresco de las vacaciones y afrontar con motivación los próximos meses. La clave está en cuidar algunos detalles de estilo, sacarle partido al bronceado y elegir prendas y accesorios que trasmitan energía positiva.
Un outfit de verano con toques otoñales
Uno de los errores más comunes al regresar al trabajo en septiembre es lanzarse directamente a los looks de otoño, cuando todavía disfrutamos de días cálidos y luminosos. El verano, de hecho, no termina hasta finales de septiembre, y conviene alargar su esencia para no caer de golpe en la rutina.
La transición debe ser lenta y natural. Una buena idea es apostar por prendas ligeras, como vestidos midi, camisas vaporosas o pantalones de lino, combinados con chaquetas finas o americanas que aporten un aire más formal. De esta manera, se logra un equilibrio entre la comodidad estival y la elegancia necesaria para el entorno laboral.
Los colores juegan aquí un papel esencial. Los tonos claros como el blanco, el beige o los pastel aún tienen cabida, pero se pueden empezar a combinar con matices más otoñales: terracotas, verdes secos, burdeos o azul marino. Los accesorios, además, son un gran aliado para dar ese guiño de transición, un bolso de piel, unos mocasines o unos pendientes discretos pueden marcar la diferencia en un look de oficina.
Saca partido del bronceado
El verano nos deja recuerdos, experiencias y, en muchos casos, un bronceado favorecedor que merece la pena resaltar durante las primeras semanas de septiembre. La piel dorada aporta luminosidad y frescura al rostro, por lo que conviene apostar por un maquillaje juvenil, ligero y natural que potencie ese efecto sin recargar.
Un truco sencillo es utilizar bases muy fluidas o incluso prescindir de ellas, sustituyéndolas por cremas con color o bb cream. Así se consigue un acabado uniforme pero sin perder la naturalidad que otorga la piel bronceada.
El colorete en barra o en formato crema es otro imprescindible para esta época, ya que aporta frescura y permite un efecto buena cara inmediato. Además, su aplicación rápida lo convierte en un producto perfecto para el día a día. Si prefieres un acabado aún más ligero, los coloretes líquidos son una opción muy recomendable, fáciles de difuminar, aportan un rubor natural y ayudan a mantener esa apariencia radiante propia de las vacaciones.
El iluminador en zonas estratégicas, como el pómulo alto o el arco de la ceja, también refuerza el efecto de piel saludable. Y para los labios, nada como los tonos nude, coral o rosados, que mantienen la frescura sin resultar excesivos para un entorno laboral.
Motívate a través de tu look
Volver a la oficina no siempre es sencillo, el ritmo de madrugones, reuniones y obligaciones puede resultar cuesta arriba. Sin embargo, cuidar la forma de vestir y el ritual de prepararse cada mañana puede convertirse en un pequeño empujón motivacional.
Elegir un look que te haga sentir bien frente al espejo es, en cierto modo, un recordatorio de que la vuelta al trabajo no tiene por qué ser gris. Escoger una prenda que te guste especialmente, un accesorio con significado personal o incluso apostar por un perfume que evoque recuerdos del verano puede marcar la diferencia en tu estado de ánimo.
Además, dedicar unos minutos al maquillaje o al peinado puede convertirse en un momento de autocuidado antes de arrancar el día. Un maquillaje juvenil y fresco no solo resalta tus rasgos, sino que también refuerza la sensación de seguridad y confianza al enfrentarte a nuevos retos laborales.
Pequeños gestos que suman
- Ordena tu armario: la vuelta a la rutina es un buen momento para hacer limpieza, guardar lo que ya no usarás hasta el verano próximo y prepara combinaciones prácticas para los días laborales.
- Juega con capas: septiembre es impredecible en cuanto al tiempo, por lo que una chaqueta ligera o un pañuelo pueden ser los mejores aliados para no pasar ni frío ni calor.
- Incluye accesorios con personalidad: un cinturón llamativo, un reloj especial o unos zapatos distintos pueden transformar por completo un look sencillo.
- Mantén el cuidado de la piel: aunque el verano termine, la protección solar y la hidratación siguen siendo imprescindibles para mantener la salud y el buen aspectos de la piel.
En resumen, volver al trabajo con estilo no es solo cuestión de moda, sino de actitud. Prolongar la frescura del verano, resaltar el bronceado y elegir prendas y detalles que transmitan confianza son pequeños trucos que hacen más llevadera la transición hacia el otoño. Porque afrontar la rutina con energía positiva también se construye desde fuera hacia dentro, y un buen look puede ser el mejor aliado para empezar septiembre con motivación.
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