Las obras de los Realistas de Madrid, el corazón del MUREC
El museo almeriense expone la mayor colección sobre los siete artistas de este grupo surgido entre los años 50 y 60
El primer museo dedicado al Realismo contemporáneo en España se encuentra en la ciudad de Almería, desde que en marzo de 2024 la Diputación de Almería recuperó para la ciudadanía el antiguo Hospital Provincial, y la Fundación de Arte Ibáñez Cosentino asumió la gestión artística del espacio. Allí, en el Paseo de San Luis, se exponen más de 260 obras desde principios del siglo XX hasta nuestros días.
Hay en este museo una sala que es única en el mundo. En la segunda planta se encuentra lo que se podría considerar como el corazón del Museo del Realismo Español Contemporáneo (MUREC). Más concretamente en la sala 7, donde el visitante puede encontrar la mayor colección existente sobre los llamados Realistas de Madrid —y la única con obras de los siete pintores de ese movimiento—. Es un grupo encabezado por Antonio López —uno de los promotores del museo almeriense— y del que forman parte también María Moreno, Francisco López, Isabel Quintanilla, Julio López, Esperanza Parada y Amalia Avia.
Este grupo, surgido en los años 50 del pasado siglo, quiso mantener la pintura figurativa frente a modas abstractas o experimentales que primaban en la época, sobre todo en Francia, y lo hacen a través de la búsqueda de una mirada precisa sobre el paisaje urbano, el retrato y los interiores cotidianos. Investigan y profundizan en el realismo para buscar las raíces, yéndose hasta Grecia o incluso a la pintura egipcia.
Paseando con la vista por las paredes de esta sala se pueden ver desde los retratos pintados por Antonio López Torres, tío y mentor de Antonio López, y que fueron el germen de los primeros bodegones de su sobrino, también expuestos en esa misma zona, pasando luego por las obras de su esposa, María Moreno, que muestran de forma casi autobiográfica la cotidianidad de su hogar.
Al otro lado de la sala, Isabel Quintanilla, con una clara influencia pompeyana, retrata a su familia, mientras que a pocos metros se expone una escultura de su marido, Francisco López, en la que se muestra a Francesco, el hijo de ambos, tallado en madera de abedul policromada como un auténtico dios griego, pero con pantalones vaqueros.
Los Realistas de Madrid, aunque tenían una base común, bebieron luego de distintas fuentes y esto se puede apreciar en la obra expuesta en el MUREC. Por ejemplo, de Julio López, que tuvo como referente al francés Auguste Rodin, se pueden ver esculturas como “El alcalde” o “El alumno de las cinco y media de la tarde”, donde tienen gran importancia las texturas y la fragmentación. Por otro lado, su esposa, Esperanza Parada, pinta bodegones que casi parecen sacados del Quattrocento italiano.
La séptima integrante de este grupo es Amalia Avia, cuya obra tiene más influencia del arte abstracto —aún siendo su pintura realista—, ya que estuvo casada con Lucio Muñoz, el mayor exponente de ese estilo en el siglo XX. “Familia” y “Paisaje de Madrid” son las dos obras suyas en esta sala, aunque en la siguiente, la sala 8, se pueden ver otras como “Calle Estrecho de Mesina” o “Casa con jardín”. En su pintura abundan los temas urbanos, con edificios de fachadas ajadas por el paso del tiempo.
Pero sin duda, lo que más llama la atención de la sala 8 es le enorme cabeza del “Prototipo para La Noche”, de Antonio López, que vigila desde el fondo del pasillo. Mira de frente a otras dos obras que también representan la noche pero de una forma muy distinta: “La noche” abstracta de Lucio Muñoz, donde lo extrapictórico (esa madera levantada) tiene una gran importancia; y “Noche en La Mancha” de Isabel Quintanilla, donde las texturas se consiguen con lo pictórico, con la pasta, la pintura.
En la sala 9 hay obras de artistas de la generación siguiente, pero todos ellos muy influenciados por estos Realistas de Madrid, incluso muchos discípulos de Antonio López.
Es esta segunda planta del Museo del Realismo Español Contemporáneo, en Almería, en definitiva, la mejor muestra existente sobre un grupo artístico que formado solo por siete personas (entre ellos, tres matrimonios) logró trascender al resto de su generación y desarrollar un movimiento único que es ya parte de la Historia del Arte.
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