Sumar en Andalucía o cómo salir del rincón a la izquierda del PSOE

Sumar busca reconstruirse en Andalucía para ser una alternativa real de Gobierno

La referente en Andalucía, la diputada Esperanza Gómez, confirma que no romperá el grupo parlamentario

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Los referentes de Sumar en el mitin que celebraron en Sevilla en las pasadas elecciones europeas
Los referentes de Sumar en el mitin que celebraron en Sevilla en las pasadas elecciones europeas / José Luis Montero
Stella Benot

25 de junio 2024 - 07:00

La dimisión a medias de Yolanda Díaz los ha dejado un poco descolocados pero no están muertos. Es más, mantienen los planes de organización y rearme que habían previsto antes de las elecciones europeas con el objetivo de conformar una fuerza política que llegue a todos los rincones de Andalucía. Son conscientes de que Sumar es, por el momento, un proyecto político non nato en Andalucía. Y eso que tienen a su referente, Esperanza Gómez Corona, como diputada en el Parlamento Andaluz y que está, además, sentada en la Mesa del Parlamento.

El planteamiento de Sumar en Andalucía tiene mucho del discurso de Yolanda Díaz: “ensanchar la base, dialogar, encontrar sinergias, trasversalidad”... Su estrategia no es beligerante como ya sucedió en la anterior legislatura con los partidos a la izquierda del PSOE en la Cámara andaluza con la grave ruptura en Adelante Andalucía entre los Anticapitalistas de Teresa Rodríguez, y los de Podemos e IU.

Entendimiento

Ahora los planteamientos son completamente diferentes. Esperanza Gómez niega tajantemente que vaya a romper el grupo parlamentario de Por Andalucía que tiene cinco diputados. Esgrime que llevan dos años trabajando “en un buen clima de colaboración y entendimiento” y asegura que van a seguir por esa senda. Una senda en la que también están muy implicados desde IU; su coordinador federal, Antonio Maíllo, ha puesto especial empeño en que el grupo parlamentario en Andalucía no sea una fuente de conflictos, todo lo contrario.

Es cierto que el grupo de Por Andalucía es una mezcla de siglas de la izquierda: IU, Más País (integrados en Sumar) y Podemos; una unidad que sí han sido capaces de mantener en Andalucía mientras que en Madrid se ha roto y van cada uno por su lado.

Pero también es verdad que Sumar tiene otras aspiraciones, “yo no he venido al Parlamento sólo para frenar al fascismo”, dice Esperanza Gómez. Asegura que son mucho más ambiciosos y que están trabajando para convertirse “en un partido de Gobierno”, “para disputar el espacio progresista al PSOE; quiero salir del rincón a la izquierda del PSOE”.

La unidad de la izquierda

¿Eso se consigue con la unidad de la izquierda? En Sumar no lo tienen muy claro, aunque reconocen que mientras más crezcan las fuerzas progresistas, mejor les irá a todos. “La unidad de la izquierda no tiene que ser el objetivo” responde Esperanza Gómez, dejando caer que hasta ahora lo ha parecido; muchos esfuerzos en horas de mesas de negociación para hablar de cómo repartirse los puestos de salida en las listas electorales. 

Resulta curioso destacar que el error que siempre reconocen los responsables políticos pasa por el tiempo invertido en hablar de ellos mismos. También en este caso, “tenemos que hablar de lo que interesa a los ciudadanos, vivienda, conciliación, el precio de la luz, el cambio climático, la sequía”, asegura Esperanza Gómez justo a las puertas de abrir un proceso de organización interna. Es decir, hablar a los ciudadanos y no a los militantes.

Izquierda Unida

Hasta ahora, uno de los principales problemas de este conglomerado de siglas es el desigual reparto de poder entre las fuerzas que lo componen. IU ha sido el referente histórico en Andalucía y lo ha seguido siendo en este proyecto de Sumar por su implantación territorial y su número de concejales.

En el otro extremo están los cinco ministros de Sumar en el Gobierno central: Yolanda Díaz, Mónica García, Pablo Bustinduy, Ernest Urtasun y Sira Rego, pero tras el resultado de las europeas, la cosa está cambiando.

Uno de los debates que están encima de la mesa es cómo superar el techo de IU con un proyecto más amplio y en el que, sobre todo, quepan los jóvenes abstencionistas hartos del actual sistema de partidos. Algunas voces en Sumar apuestan por un cambio en la iconografía, en los símbolos tradicionales como la bandera de la república, la de Palestina o la del Sáhara, con el objetivo de la que la foto de 2024 se separe de la de los años 80. El problema está, claro, en que tienen que ser capaces de encontrar esos nuevos símbolos “trasversales” para salir del rincón a la izquierda del PSOE.

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