El nombramiento de Antonio Sanz al frente de Sanidad, entre la alarma y la esperanza en Andalucía: "Es un perfil político"

Sindicatos, colegios y profesionales exigen acción inmediata y un proyecto claro para salvar la sanidad pública andaluza

Antonio Sanz será el nuevo consejero de Salud manteniendo sus otras competencias

Imagen de archivo de una protesta de sindicatos sanitarios reciente.
Imagen de archivo de una protesta de sindicatos sanitarios reciente. / EFE

15 de octubre 2025 - 14:56

Un nombramiento con ruido de fondo. La designación de Antonio Sanz como consejero de Sanidad, Presidencia y Emergencias de Andalucía ha provocado un auténtico terremoto de opiniones entre sindicatos, colegios profesionales y expertos del sector sanitario.

Mientras los sindicatos alertan de la provisionalidad del relevo y las dudas sobre la capacidad de un perfil político ajeno al ámbito sanitario para liderar la crisis, los colegios profesionales tienden la mano al diálogo y ofrecen su colaboración institucional. Entre la desconfianza y la esperanza, el consenso parece claro en un punto: la sanidad pública andaluza no puede permitirse más tiempo de espera.

Con la crisis de los cribados de cáncer de mama aún latente y una atención primaria al límite, el nuevo consejero afronta el reto de recuperar la confianza de los profesionales y de la ciudadanía, y de demostrar si, pese a su perfil político, será capaz de imprimir el giro que el sistema reclama desde hace años con el hándicap de una elecciones autonómicas en el horizonte y un sistema sanitario al límite.

La pregunta que queda es si Sanz logrará dejar atrás la provisionalidad que preocupa a tantos y dar respuesta a las necesidades reales de Andalucía, o si su nombramiento será sólo un parche más en una gestión marcada por la incertidumbre y la urgencia. Y, en este punto, las principales organizaciones sindicales coinciden, pese a sus distintos matices, en un mismo diagnóstico: la sanidad pública andaluza atraviesa una de sus etapas más frágiles y su nombramiento no genera confianza. Todas apuntan a un mismo problema de fondo: la falta de rumbo, la ausencia de diálogo y la continuidad de un modelo que, según los sindicatos, prioriza la gestión política frente a la reconstrucción de un sistema asistencial exhausto.

Sus reacciones son mayoritariamente críticas. Antonio Macías, responsable del sector sanitario de UGT Andalucía, califica el nombramiento como “una auténtica temeridad” que refleja “el nulo interés del presidente de la Junta en el sistema sanitario público”. Macías denuncia que la elección de Sanz responde más a una "estrategia política" que a un verdadero plan para revertir la crisis. “O el presidente no encuentra a nadie dispuesto a asumir el cargo, o sabe que quien podría hacerlo no lo aceptaría porque no lo dejarían trabajar”, apunta.

En sus palabras, Sanz es “el escudero” del presidente Juanma Moreno, una persona sin experiencia en gestión sanitaria, cuyo nombramiento busca “tapar un boquete político, no un problema asistencial”. Macías describe a los profesionales de la sanidad pública como “en shock”, atrapados en planes de choque que “no se cumplen” y un sistema que “corre como un pollo sin cabeza”. Denuncia además la falta total de comunicación con los sindicatos y advierte de que esta “solución política de emergencia” no aborda el “deterioro estructural” del sistema. “Nos enfrentamos a la crisis asistencial más grave de la historia del Servicio Andaluz de Salud,” concluye con preocupación.

Nuria Martínez, secretaria de Institucional y Comunicación de CCOO Andalucía, mantiene un tono institucional, pero firme. “No valoramos personas, sino políticas”, y reclama un giro de fondo que refuerce la sanidad pública y evite la “deriva hacia lo privado”. Martínez denuncia además el "incumplimiento de acuerdos firmados" con las centrales sindicales, lo que refleja, a su juicio, "una falta de compromiso real con la mejora del sistema".

Desde CSIF, Vitorino Girela también se muestra escéptico y define el nombramiento como “muy transitorio”, vinculado a la cercanía de las elecciones autonómicas. “Nos parece un parche para aguantar unos meses cuando lo que se necesita es dedicación plena y un abordaje profundo de los problemas”. Girela enumera las carencias que arrastra la sanidad: incumplimiento de acuerdos para aliviar la atención primaria, falta de reconocimiento profesional, plantillas insuficientes, y un uso creciente de la sanidad privada para tapar grietas. Subraya la pérdida masiva de personal desde la pandemia y denuncia una carrera profesional paralizada y una bolsa de empleo desactualizada. “La incertidumbre entre los profesionales es enorme,” concluye.

El Sindicato Médico Andaluz (SMA) recibe el nombramiento de Sanz con mezcla de sorpresa y cautela. Su presidente, Rafael Ojeda, señala que el nombre “no estaba en las quinielas” y que parece más una solución temporal vinculada a las próximas elecciones autonómicas. Sin embargo, Ojeda insiste en que lo que el sector necesita "no es un nombre, sino un proyecto sólido para la sanidad pública andaluza". Reclama “una actuación inmediata y no una gestión en funciones”, pues “la sanidad no puede esperar ocho meses.” El líder médico demanda una reunión urgente para trasladar propuestas que ayuden a mejorar un sistema “en situación crítica”, y advierte que la provisionalidad puede poner en riesgo un tiempo precioso para reformas profundas.

Desde el Sindicato de Enfermería Satse, su secretario general, José Sánchez, expresa preocupación por el perfil político del nuevo consejero y lamenta que la sanidad quede “en manos de un gestor sin experiencia directa en el ámbito sanitario.” Aunque respetan la designación, asegura que no pueden ocular sus "dudas". Para el sindicato, la sanidad necesita “planificación, inversión y estabilidad”, y una apuesta clara por los cuidados, la prevención y la atención comunitaria. Sánchez reclama un compromiso firme que incluya el cumplimiento de acuerdos ya adquiridos y un diálogo permanente con los profesionales.

rente a esta ola crítica, los colegios profesionales mantienen una posición más conciliadora, subrayando la importancia del diálogo y la colaboración institucional para salir adelante.

Alfonso Carmona, presidente del Consejo Andaluz de Colegios Médicos, considera el nombramiento “un acierto importante” y confía en que Sanz, con su perfil político y de gestión, pueda “reordenar la situación y abrir una etapa de diálogo”. “En momentos tan complicados, hace falta alguien que conozca la gestión y sepa escuchar,” señala. Carmona asegura que el Consejo ofrecerá “todo el apoyo necesario” para “mejorar la salud de Andalucía” y reclama unidad entre administración y profesionales para afrontar la crisis.

La presidenta del Consejo Andaluz de Enfermería, María del Mar García Martín, traslada la enhorabuena del colectivo enfermero y expresa esperanza en trabajar alineados con la nueva Consejería. García Martín reclama “una reunión urgente” para trasladar la situación actual de los más de 50.000 profesionales colegiados y subraya que “la enfermería es el motor de los cuidados y eje vertebrador del sistema sanitario.” La dirigente insta a avanzar hacia un pacto andaluz por la enfermería que garantice reconocimiento, estabilidad y desarrollo profesional. “No podemos permitir que las enfermeras sigan clasificadas en el grupo A2, lo que limita su acceso a puestos de liderazgo,” advierte. Para la presidenta, “la mejor manera de avanzar es hacerlo juntos: administración, profesionales y ciudadanía”, resaltando el compromiso diario de las enfermeras y enfermeros, “el pilar fundamental del sistema sanitario”.

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