Si el puente festivo que hoy termina no ha disparado los contagios en la población, la Junta de Andalucía tendrá el visto bueno del Ministerio de Sanidad para flexibilizar las restricciones pasado mañana, día en que el presidente andaluz, Juanma Moreno, establecerá un nuevo escenario de medidas para contener la propagación del coronavirus.

La evolución de la pandemia en Andalucía permitirá abrir el grifo. El motivo es que los indicadores que condicionan las actuaciones de hábito social en las comunidades autónomas, acordadas el 22 de octubre en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, sitúan a Andalucía en un nivel menor de alerta tal que le posibilita habilitar la normalidad de los horarios en los comercios y ampliar a las 22:00 el cierre de los bares y restaurantes.

Claro que esta flexibilización de las medidas está sujeta a la decisión de las comunidades autónomas, autoridades delegadas durante el segundo estado de alarma. Moreno, por tanto, está facultado para seguir las propuestas de actuaciones sugeridas en el Consejo Interterritorial, pero no está obligado a hacerlo. Sin embargo, el anunciado retraso del cambio de escenario de políticas de restricción –del jueves 10 al sábado 12, tal como anunció la pasada semana el presidente– da indicios de que la Junta espera haber mantenido los indicadores epidemiológicos y clínicos en el actual nivel de alerta 3, un escalón menor al nivel extremo, durante 14 días consecutivos, que es el mínimo que prescribe Sanidad para "considerar la reducción del nivel de alerta".

El pasado jueves, el Ministerio de Sanidad publicó el primer informe de seguimiento de indicadores de las comunidades autónomas, que incluye el conocido coloquialmente como semáforo de actuaciones. Andalucía estrenó entonces el color rojo, un grado inferior al morado, cuyo nivel extremo potestad a las administraciones autonómicas a un reforzado nivel de vetos y prohibiciones en los hábitos sociales. Ése es el escenario en el que se encuentran hoy todas las comunidades, menos Canarias y Baleares.

No obstante, si continúan la tendencia actual la evolución de la incidencia acumulada –que mide los contagios diarios–, la capacidad de rastreo y la ocupación de las camas hospitalarias –convencionales y UCI–, el escenario de Andalucía podrá sufrir una ligera relajación, ahora que da comienzo el periodo previo a la Navidad.

En el citado documento de actuaciones de respuesta coordinada para el control de la pandemia, acordado por Sanidad y las consejerías de Salud, no figuran en el nivel 3 de alerta restricciones de carácter horario en los locales comerciales, aunque sí sugiere un aforo de un tercio de los clientes.

En el caso de las zonas exteriores de los establecimientos de restauración y hostelería, el texto señala el aforo del 75% con no más de seis personas en los grupos de clientes e indica la "limitación de la hora de admisión de clientes a las 22:00 y de cierre a las 23:00". En este momento, la actividad no esencial cierra a las 18:00.

Para seguir al pie de la letra estas directrices, que no son de obligado cumplimiento, la Junta de Andalucía tendría que prolongar la hora del toque de queda, establecida ahora a las 22:00. También es posible, por lo apuntado días atrás por los dirigentes andaluces, que se reabra el tránsito entre las provincias, aunque no sea posible aún la apertura a los viajes fuera de Andalucía.

Cuando Moreno anuncie el jueves las nuevas medidas, que se aplicarán en los días posteriores, Sanidad habrá publicado la actualización del semáforo de actuaciones, lo que permitirá a la Junta abrir el grifo de la actividad comercial pasados los 14 días de sostenimiento de los indicadores epidemiológicos y clínicos.

Moreno también adelantará el jueves las medidas para las fechas señaladas de Navidad, precisando los términos de "allegados" que podrán desplazarse entre las regiones y el número máximo de personas en las reuniones. Habrá flexibilización, pero todo dependerá de cómo sigue transmitiéndose el virus.