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Coronavirus Andalucía

La variante británica se hace predominante en Andalucía

  • Salud informa de más de un 50% en la detección de esta cepa más transmisible en puntos como el Campo de Gibraltar

  • La proporción media de la secuenciación es del 41% en la comunidad autónoma

Una persona con una mascarilla higiénica.

Una persona con una mascarilla higiénica. / Archivo

Los epidemiólogos le han tomado la horma al SARS-CoV-2 y las predicciones sobre la pandemia van cumpliéndose con la exactitud de un reloj atómico. El cálculo era que la variante británica del coronavirus le ganara la batalla de la adaptación a la que ha circulado mayoritariamente en los últimos meses y que, además, sería la predominante a finales de febrero o principios de marzo. Pues aquí está. Camino del último tramo del mes señalado, la variante británica, este espécimen con mayor capacidad para transmitirse, ocupa ya el 41% de las identificadas en Andalucía, según los datos de los que dispone la Consejería de Salud, llegando a cotas del 51% en puntos del Campo de Gibraltar.

No hay estadísticas oficiales publicadas sobre estos datos, de modo que la evolución de la propagación de esta variante –y de las otras dos, la sudafricana y la brasileña, que traen de cabeza a los especialistas– está siendo comunicada discrecionalmente por el presidente de la Junta, Juanma Moreno, y por el consejero de Salud, Jesús Aguirre. Los epidemiólogos coinciden en la dificultad que está suponiendo identificar con precisión la presencia de estas nuevas cepas problemáticas y, por tanto, creen posible que el protagonismo de los coronavirus mutados sea aún mayor al que queda registrado oficialmente.

Por eso, mientras tanto, las administraciones están optando por la prudencia y están dispuestas a frenar la desescalada de las restricciones de movilidad y de actividad comercial. Hay temor a repentinos brotes complicados de contener –el caso de la cepa británica– o a la circulación de posibles virus resistentes a los anticuerpos generados por la enfermedad o por la vacuna –el caso de las cepas sudafricana y brasileña–.

Estos especímenes más resistentes han sido detectados ya de un modo residual en España. Cataluña, por ejemplo, ha informado de restos genéticos de la cepa sudafricana esta semana. La Consejería de Salud de la Junta, sin embargo, sigue sin tener constancia. Aunque sea un dato difícil de depurar, así constan en las declaraciones de los representantes andaluces y en la información oficial de la Consejería.

Los virólogos y epidemiólogos defienden varias acciones frente a la posibilidad de que las nuevas variantes sigan imponiendo sus genética en esa microsociedad vírica paralela. El Centro Europeo de Control y Transmisión de Enfermedades, la autoridad sanitaria comunitaria en materia de Salud Pública, pide a los autoridades sanitarias –Andalucía entre ellas– mantener las restricciones de reunión y de movilidad, también en los aeropuertos. España ha reaccionado anunciando cuarentenas a partir del 22 de febrero para los viajeros llegados de Brasil y Sudáfrica. Muchos países de la Unión Europea ya tomaron esa decisión hace semanas.

De no tomarse en cuenta, los expertos temen un nuevo descontrol de la pandemia justo en el momento en el que la campaña de vacunación debe ir ganando ritmo. La importancia de mantener alejadas las cepas brasileña y sudafricana radica en los resultados de los primeros estudios, aún sin una evidencia consolidada: estas variantes parecen haber aprendido, a base de mutaciones, a escapar de las defensas generadas naturalmente por la infección o de modo conducido por las vacunas, cuyos laboratorios ensayan ya nuevas fórmulas frente a estas resistencias.

No ocurre igual con el familiar británico, que es el que empieza a campear en Andalucía. La naturaleza no lo ha dotado del carácter rebelde de sus congéneres frente a la inmunidad adquirida. Sólo su alto poder de propagación provoca la inquietud. Más transmisión suele anticipar más muertes, según han mostrado los excesos funestos en las sucesivas olas, a no ser, claro, que la campaña de vacunación cumpla la misión encomendada.

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