La presidenta de la Junta no ejerce. Susana Díaz se ha alejado de Andalucía. Ha desconectado de los andaluces. Está refugiada en un discurso nacional que sólo interesa a ella. La jefa del Gobierno autonómico está concentrada en la situación interna de su partido, en su futuro como dirigente del PSOE... Este es el núcleo del diagnóstico -en el que coincidieron con sus respectivos matices- que realizaron ayer los líderes de los grupos de la oposición del mensaje de fin de año de Díaz.

Juan Manuel Moreno (PP), Teresa Rodríguez (Podemos), Juan Marín (Ciudadanos) y Antonio Maíllo (IU) llegaron a la conclusión, tras escuchar a Díaz, de que ésta tiene prioridades que poco o nada tienen que ver con su cargo.

Para el primero de ellos, el discurso evidenció que "ha desconectado de los andaluces porque su dedicación y su preocupación principal este año ha estado muy lejos de Andalucía, en su asalto personal al poder socialista". El líder del PP-A agregó que "sin aportar soluciones, su discurso ha destilado su vocación personal en consonancia con sus ambiciones personales. Está jugando los minutos basura en la Junta".

A una conclusión similar llegó el jefe del partido que propició la investidura de Díaz como presidenta: Ciudadanos. Marín lamentó que la intervención de la dirigente socialista estuvo marcada "por tintes nacionales y, por tanto, alejada de la realidad que viven muchos andaluces".

Desde Podemos, que se pronunció a través de un comunicado, se acusó a Díaz de "hacer uso de Andalucía para lavar su imagen tras apuntalar al Ejecutivo de Mariano Rajoy, que gobierna contra los ciudadanos. Le ha dado el Gobierno al PP, así que se le cae su discurso social, que choca con la realidad del día a día en Andalucía". La formación que lidera Teresa Rodríguez recalcó que "no puede pedir igualdad para todos los españoles quien ha convertido esta tierra en la segunda más desigual del Estado".

Maíllo definió el mensaje como "un lamento sin propuestas" y cargó contra Díaz por dar un discurso "de una candidata a la Secretaría General del PSOE, en el que ha hecho más una descripción de cronista que lo que se espera de alguien que gobierna sobre más de ocho millones y medio de andaluces, a quienes debe dar certidumbre".