Propio de quien sabe que las entrañas del lenguaje son la expresión del pensamiento político, el presidente andaluz, José Antonio Griñán, calificó ayer de "horrorosa" la palabra "asimetría", un concepto esgrimido por sus compañeros del Partido de los Socialistas Catalanes (PSC) para definir suEspaña: un Estado federal donde algunas de las actuales comunidades autónomas cuenten con un tratamiento especial. Ya sea éste de carácter fiscal, lo que llevaría a un suerte de concierto parecido al del País Vasco, o territorial, donde Cataluña cuente con derecho a marcar unas relaciones de tú a tú con el Estado -la bilateralidad- al igual que otras pocas comunidades, pero no las 17. Después del Consejo de Gobierno de ayer donde Griñán explicó a a sus consejeros cuál será su defensa en la Conferencia de Presidentes de hoy, el andaluz no pudo ser más claro: nada de asimetría. "Es una palabra horrorosa", señaló, a la vez que subrayó que hoy acudirá a la reunión del Senado con esa posición, sea cual sea la que en su día defiendan otras personas del PSC o del propio PSOE.

La celebración de la última Diada en Cataluña y la consecuente deriva independentista de CiU han provocado un desplazamiento del PSC hacia posturas soberanistas. No es que se declare independentista, pero su primer secretario, Pere Navarro -candidato también a las elecciones autonómicas-, se ha mostrado favorable a que en Cataluña pueda celebrarse un referéndum legal sobre el derecho a decidir, aunque ellos se mostrarían en contra de la independencia. Navarro ya dijo, después de la última reunión entre Artur Mas y Mariano Rajoy, que defendían un "federalismo asimétrico", el concepto rechazado ya, claramente, desde el socialismo andaluz. Las recientes semanas demuestran que las posiciones radicales -en este caso, el independentismo- siempre consiguen escorar el arco parlamentario hacia sus posiciones. Sólo el PP se opone en Cataluña a un referéndum que debería contar, en todo caso, con la autorización del Gobierno.

Aunque la Conferencia de Presidentes no se centrará en el modelo de Estado, Griñán sí hablará de ello, y fijará que su posición es la de cerrar el desarrollo autonómico con un Estado federal. Lo adjetiva como cooperativo, aunque ésa es una de sus característica sustanciales. No obstante, el presidente andaluz mantiene que deben producirse dos condiciones para llegar a ello: lograr un consenso como el de 1978 y llegar a este ello con los mecanismos previstos en la Constitución, lo que exigiría una mayoría como la de los años setenta. Griñán está trabajando en su propuesta de modelo federal, aun consciente de que el Gobierno no dará cabida a ese debate. Un grupo de la Fundación Ideas del PSOE federal estudia esta línea, pero no habrá una posición en firme, al menos, hasta después de las elecciones catalanas. Éstas aclararán bastante cuál es el poder real del PSC, toda vez que se espera un pérdida importante de escaños.