El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, y el presidente del Parlamento, Manuel Gracia, han puesto en valor este jueves el papel que ha jugado la Cámara andaluza en sus 30 años de existencia y que su constitución el 21 de junio de 1982 no se puede entender sin la lucha que el pueblo andaluz protagonizó para conquistar su autonomía. Han destacado que instituciones como el Parlamento andaluz son fundamentales para buscar soluciones a los problemas de los ciudadanos "en estos duros momentos de crisis económica". 

En un acto celebrado en el Parlamento al que han sido invitados los portavoces y miembros de la Mesa de las nueve legislaturas de la Cámara, Griñán ha manifestado que en estos 30 años, sin duda, se han tomado decisiones una más con aciertos y otras con menos, pero han sido tres décadas de democracia plena, durante las cuales "esta tierra ha sido pionera en la toma de muchas decisiones". 

Griñán ha destacado la importancia de los parlamentos a la hora de configurar la estructura democrática en cualquier sociedad, y ha apuntado que la Cámara andaluza "no se puede entender sin lo que ocurrió el 28 de febrero de 1980". Hoy contamos en Andalucía, según ha precisado, con un Parlamento que representa al pueblo y que ejerce su voluntad a través de la democracia participativa. 

El presidente de la Junta también ha aprovechado su intervención para reivindicar el estado de las autonomías, que ha sido una historia de éxito, y ha señalado que el 28 de febrero de 1980, Andalucía eligió acceder a la autonomía por la vía rápida y cambió el mapa autonómico hacia la igualdad de los españoles vivan donde vivan. 

A su juicio, la mejor manera de afrontar la actual crisis,  además de gobernar de otra manera desde las instituciones comunitarias y desde el Banco Central Europeo, es contando con instituciones como el Parlamento que articulen la convivencia y aborden los problemas que afectan a la ciudadanía. 

Para el presidente andaluz, la actual malla del estado de las autonomías y del estado social no puede ser derogada por la crisis. Ha recalcado que el estado de las autonomías es necesario, aunque sin duda siempre se puede mejorar, pero lo que ha habido antes y habría después si se derogara sería "peor".

Permanencia de las instituciones

Por su parte, Manuel Gracia ha manifestado que este "sencillo" y oportuno acto pretende celebrar 30 años de una institución que ha sido la clave de la bóveda de nuestro sistema institucional durante este tiempo transcurrido. También se quiere poner de manifiesto, según ha apuntado, la permanencia de la instituciones políticas como imprescindibles para la resolución de los problemas que hay actualmente. 

La sesión constituyente del Parlamento el 21 de junio de 1982 representó un ejercicio de plena normalidad democrática, según Gracia, quien ha puesto en valor que la composición de la Cámara en sus nueve legislaturas ha sido plural y ha reflejado la diversidad territorial y política de esta tierra. 

A su juicio, no se puede entender la constitución del Parlamento sin el 28 de febrero de 1980 y sin la voluntad del pueblo andaluz, que tuvo claro que para salir del atraso y de la marginación, la herramienta y palanca fundamental era la autonomía plena. Ha insistido en que esa voluntad firme del pueblo andaluz por la autonomía plena es la que hizo posible la sesión constitutiva del Parlamento el 21 de junio de 1982 y que hoy se puedan conmemorar los 30 años de ese hecho. 

Durante estas tres décadas, según ha señalado Gracia, la Cámara ha cumplido con sus misiones estatutarias y constitucionales clásicas y se ha consolidado como un referente para los andaluces de lo que significa la posición de Andalucía en el estado autonómico. Según Gracia, el Parlamento andaluz ha sido pionero en España en muchas medidas y ha destacado que han sido 285 leyes las que se han aprobado en sus 30 años de vida. 

El que fuera primera presidente del Parlamento, Antonio Ojeda, ha manifestado que en los 30 años transcurridos desde la constitución del Parlamento está tierra ha sufrido una importante transformación durante la cual no todo han sido aciertos ni éxitos, pero el balance final se puede calificar de positivo.

Ha manifestado que el prestigio con el que nació la institución se ha mantenido en estos 30 años y el afán para que hubiera una simbiosis y una coordinación entre la vida de la Andalucía real y el Parlamento se ha logrado.